El grupo de investigación Acuigen, de la USC, consiguió identificar recientemente -junto a investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)- toda la secuencia genética del rodaballo, el primer caso de un vertebrado en España. Paulino Martínez es el coordinador de Acuigen y asegura que la acuicultura vive una revolución tecnológica por la genética. Un momento que Galicia no aprovecha, según este investigador, muy ligado al sector acuícola.

-Descifrar la secuencia genética del rodaballo es todo un hito. ¿Cuándo se podrán ver los resultados en la industria?

-Ya hace dos años que tenemos la secuencia, aunque el estudio salga ahora. En este tiempo dedicamos el genoma a varios proyectos internacionales en los que participamos e identificamos los genes del rodaballo que son más útiles para conseguir individuos que crezcan más, que sean más resistentes a patologías o que tengan el sexo deseado. Esto nos ha permitido, por ejemplo, tener poblaciones formadas exclusivamente por hembras, que crecen más rápido. También hemos identificado genes importantes con respecto a patologías de naturaleza industrial y que permitirán atajarlas. Los resultados ya se ven y tienen un potencial mucho mayor.

-Si las hembras de rodaballo crecen más rápido, ¿desaparecerán los individuos macho de la acuicultura?

-En el caso del rodaballo no. El sistema de determinación del sexo en el rodaballo, a diferencia de la trucha arcoíris, no puede prescindir del macho. Lo que se hace con la trucha arcoíris es cruzar neomachos, que son hembras genéticas que han sido tratadas hormonalmente para revertir el sexo, con hembras normales, por lo que la descendencia es siempre hembra. El sistema del rodaballo es distinto. Lo que se hace es cruzar superhembras con machos para que toda la descendencia sea hembra, por lo que el macho nunca puede desaparecer.

-¿Qué otras especies se secuenciarán genéticamente en un futuro próximo?

-Trabajamos con empresas españolas y portuguesas en otra especie emergente muy importante, el lenguado. Hay una inversión notable en recursos de investigación de esta especie desde 2004 y la producción se ha incrementado de forma exponencial. Ya hay un mapa genético, unos genes identificados, y se presentó un borrador del genoma. También están la lubina y la dorada (canaria en este caso), otras dos especies muy importantes para el sector. Dentro de los moluscos, destacaría el genoma del mejillón.

-¿Qué especies que no son importantes en la acuicultura gallega pueden llegar a serlo?

-La industria produjo unas 300 toneladas de lenguado en España el año pasado, pero llegará a las 2.000 toneladas en muy pocos años. Había un problema muy importante con la reproducción de los machos criados en cautividad: No se conseguían buenas puestas de esperma para la fecundación. Stolt Sea Farm ha creado una gran planta de lenguado en Islandia, donde espera producir varios miles de toneladas de lenguado, y ha previsto una nueva planta de lenguado en el norte de Lugo. También hacemos selección genética para una empresa portuguesa de capital español, Sea8. Otras especies son el besugo, la merluza o el pulpo, pero hay problemas insalvables por ahora en la mayoría de los casos. La tasa de crecimiento del pulpo y el besugo es muy baja. El cultivo de merluza ya empezó en el oceanográfico de Vigo y en Chile, pero hay dificultades muy grandes para adaptar los reproductores al medio de las granjas.

-¿Qué lugar ocupa Galicia a nivel mundial en el sector? ¿Falta inversión o subvenciones?

-Galicia tiene muy buenos grupos de investigación genética y de patologías, tanto de moluscos como de peces. Es algo importante a nivel mundial y que viene de la inversión que se hizo en años anteriores. Es cierto que los fondos gallegos y españoles disminuyeron de una forma notable durante la crisis, pero nosotros optamos por internacionalizarnos y entrar en competiciones a nivel europeo, donde conseguimos una buena financiación que nos permitió dar un salto a nivel competitivo y abrir nuevos mercados para nuestra investigación y producción tecnológica.

-¿Qué opina de la decisión de la Xunta de retirar el anteproyecto de Lei de Acuicultura?

-Es un tema que sigo relativamente de cerca porque estoy muy en contacto con la industria. Lo que es cierto es que las empresas de acuicultura gallegas ya se van a producir a otros países. Así de claro. Y no países del tercer mundo, precisamente. Stolt Sea Farm está produciendo en Francia, en Islandia y en Portugal. Pescanova también se ha ido a Portugal. Yo entiendo que es necesario proteger los recursos y los intereses de los pequeños productores, pero creo que es compatible -como lo han hecho otros países utilizando legislación y controles adecuados- con la acuicultura a mayor escala, un sector que puede llegar a ser muy importante para la economía gallega.

-¿Están justificados los miedos del sector?

-Entiendo los miedos, pero hace falta más información. Noruega, por ejemplo, es el primer productor mundial de acuicultura y tiene muy claras estas cosas, compatibiliza los intereses. Si se establece la normativa adecuada no debe haber ningún problema. Hay espacio en la costa gallega más que suficiente para establecer plantas con los sistemas de seguridad adecuados.

-Alguien podría decir que España no es Noruega.

-Ya, pero lo que hay que exigir es esto y no menos. La industria está participando en los proyectos europeos para mejorar en este sentido.

-¿Cómo puede ser menor el coste de un pescado de acuicultura, que hay que alimentar, que el de un pez capturado?

-En el caso del rodaballo, no hace falta más que ir a la plaza para darse cuenta de los precios que tiene. El rodaballo salvaje está siempre por encima de 20 euros el kilo y el de acuicultura está en una media de ocho o nueve euros. Es cierto que esta especie sufre una sobreexplotación y prácticamente no se pesca en Galicia. En las lonjas no entran más de 100.000 kilos por año, mientras que la acuicultura española está produciendo 12.000 toneladas al año. Uno de los beneficios de la acuicultura es el abaratamiento de costes, lo cual hace el pescado accesible a un número mucho mayor de consumidores. La selección genética en el caso del rodaballo incrementa la tasa de crecimiento un 15% por generación. En otras palabras, en seis generaciones habremos reducido a la mitad de tiempo la consecución del mismo producto comercial, con una reducción proporcional del coste. Esto hace posible a mucha más gente la proteína de origen acuático, que es necesaria y tiene virtudes, como ayudar a reducir las enfermedades cardiovasculares.

-¿Cómo se relaciona el estancamiento de la pesca extractiva con la acuicultura?

-La pesca extractiva alcanzó su límite en el año 90. La producción casi no se incrementó desde aquel momento mientras que la acuicultura, debido a que la demanda de pescado se ha incrementado y que la pesca extractiva se ha estancado, despegó de una forma espectacular a partir de los años 80 y 90. La producción acuícola a nivel mundial está casi al mismo nivel que la pesca extractiva en la actualidad, cuando estaba a cero en los año 80. Por tanto, tiene una relación.

-¿En qué se diferencia la selección genética de los productos transgénicos, como el polémico salmón que acaba de salir al mercado en Estados Unidos?

-Nosotros hacemos selección genética tradicional, la misma que se hace en vacuno o porcino. Generamos 100 o 200 familias por año en cada programa de selección, nos quedamos con las mejores familias e individuos de cada una y los cruzamos para que sean más productivos y superen los problemas derivados del cultivo. Sobre el polémico salmón, este no es transgénico. Transgénesis es introducir un gen de una especie en otra especie. Lo que se ha hecho ahora en el salmón es inactivar un gen mediante una nueva tecnología. No se utiliza ningún gen foráneo, por lo que no es un transgénico.

-¿Qué le diría al consumidor que desconfía de este tipo de prácticas?

-No hay manipulación genética en la acuicultura europea. Tanto los transgénicos como el tratamiento hormonal están prohibidos, por lo que la gente no debería desconfiar. Los pescados para consumo humano nunca son tratados hormonalmente, lo que se trata son los padres.