Las primeras semanas de la campaña de la anchoa en el Cantábrico muestran un balance muy positivo para el cerco gallego. Los armadores destacan que el recurso abunda cerca de las costas de Cantabria y País Vasco, por lo que los buques llegan a descargar hasta 5.000 kilos diarios. El sector asegura que se trata de producto de "calidad", por lo que también obtiene precios "elevados" en lonja. Una veintena de embarcaciones gallegas faenan ya en estas aguas en busca de anchoa y se espera que durante este fin de semana al menos treinta más "suban" al Cantábrico. Una situación muy diferente a la vivida en esas mismas aguas el mes pasado durante la temporada de la xarda, que no llegó a atraer ni a una decena de barcos de Galicia ante la escasez de cuota.

El vicepresidente de Cerqueiros Galegos, Gonzalo Pérez, explicó a este diario que unos quince barcos de su asociación -que agrupa a una treintena- acudieron a esta campaña. "Algunos fueron al Cantábrico a pescar xarda en marzo y ya se quedaron allí. Otros estaban esperando a que mejorase el tiempo y reparando sus buques", explica Pérez. Este armador asegura que los cerqueros llegan a descargar 500 cajas de anchoa al día, más de 5.000 kilos, y que el precio por kilo no baja de los dos euros en lonja. "Depende del tamaño, pero en general son unos precios estupendos", afirma Pérez, que añade que se trata de una campaña fuera de lo "normal", ya que el pescado se encuentra muy cerca de la costa, lo que reduce los gastos de la flota.

La temporada de anchoa también resulta fructífera para los cinco buques de la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga) que faenan en el Cantábrico en estos momentos. Una cifra que aumentará pronto, ya que se espera que entre 30 y 35 cerqueros de esta asociación se desplacen al caladero este fin de semana. "No pueden zarpar hasta que mejore el tiempo", aclara el portavoz de Acerga, Andrés García, que explica que los buques de su asociación descargaron de 3.000 a 5.000 kilos en los últimos días en puertos vascos como Hondarribia o Pasajes. García asegura además que el kilo de anchoa incluso llegó a alcanzar los seis euros.

La campaña de esta especie se divide en dos semestres, del 1 de marzo al 31 de junio y del 1 de julio al 1 de noviembre. La flota del Cantábrico podrá pescar el 90% de las 25.000 toneladas habilitadas para 2016 durante la primera mitad del año, con un tope de 10.000 kilos diarios para las embarcaciones de más de 120 GT (toneladas de arqueo) o una tripulación superior a doce personas, y un límite de 8.000 kilos al día para los que no alcancen estas cotas. Acerga se opuso a este modelo de reparto, que el Gobierno introdujo por primera vez este año, ya que lo considera "discriminatorio" para los buques pequeños. La asociación también reclamó un aumento del 10% en la reserva de cuota para el segundo semestre, cuando esta especie migratoria está más cerca de las costas gallegas.

Los cerqueros intentan desquitarse con esta campaña de un 2016 muy negativo hasta el momento, con escasez de recurso y continuos temporales que mantienen la flota amarrada. El sector apenas pudo faenar en Galicia durante las últimas dos semanas y denuncia por ello que la situación es "crítica".

"La temporada en Galicia es un desastre, no se puede salir al mar y aunque salgamos no hay pescado", lamenta Pérez, que achaca los problemas de la flota a los temporales. "No está el tiempo para la sardina y la xarda, y el jurel tampoco se acerca a la costa", explica este armador, que encara la situación con resignación. "El año pasado hubo abundancia y este sufrimos. Esta profesión es así", concluye Pérez.