Las larvas del pulpo se alimentan fundamentalmente de varias familias de crustáceos, así como de diversas especies de peces y otros organismos que habitan en el plancton de las aguas. Esta es una de las principales conclusiones del estudio publicado recientemente por el Instituto de Investigaciones Marinas, dependiente del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en colaboración con las universidades de Aberdeen y Lisboa. Los investigadores también observaron que estos organismos no son partículas "inertes" que se distribuyen aleatoriamente, sino que habitan en áreas que favorecen su supervivencia porque allí encuentran las condiciones y las presas adecuadas.

"Esta información tiene una notable importancia para el desarrollo del cultivo integral de la especie, puesto que en la actualidad su cuello de botella está en suministrar a los recién eclosionados el alimento apropiado, que se desconocía a escala mundial", destaca Ángel González, integrante del proyecto.

El trabajo de campo de la investigación se desarrolló en el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia mediante 30 campañas nocturnas de 12 horas y cuatro de 24 horas a bordo del buque oceanográfico Mytilus, del CSIC. Los científicos también analizaron datos obtenidos en boyas y estaciones situadas en el área.

Entre otros hallazgos importantes, el estudio desarrolló por primera vez la técnica para estimar la edad de estos cefalópodos a partir de los anillos de crecimiento en el estilete durante las primeras fases de su ciclo vital.