Investigadores de la Universidad de Oviedo crearon un modelo que permite predecir las fluctuaciones de las poblaciones de especies como la sardina, la anchoa y el arenque. El trabajo se centra en la pesquería de anchoa en el golfo de Vizcaya, que sufrió un colapso en 2005 que obligó al cierre del caladero hasta 2010. El estudio, centrado en los cambios en el medio ambiente, explica que estos factores, de forma aislada, no explican ese fenómeno. "Solo la inclusión del impacto de la pesca genera probabilidades de colapso elevadas", concluye.