Es de esperar que no ocurra lo que mi amigo Ramón de Panchés señala como un mal final: "Tanto remar, tanto remar, para al final morir ahogados en la orilla".

Ramón, que fue hombre de mar, como lo fueron en A Costa da Morte su padre, su abuelo y prácticamente todos sus antepasados, lee con curiosidad una información según la cual la Unión Europea persigue un compromiso con la pesca saludable y rentable como respuesta adecuada a un Consejo de Ministros de los estados miembros que planteará para 2017 unas cuotas que conduzcan a unas pesquerías sanas y rentables en el ámbito de la UE y en la que el marinero logre un margen de beneficio neto que nunca sea inferior al 10%.

El comisario europeo de Pesca, Karmenu Vella, con suma celeridad, ha declarado que "el rendimiento de las flotas de la UE confirma que la explotación sostenible de la pesca en todas las aguas de la UE" no es tan solo una cuestión medioambiental, sino que expresa las "preocupaciones sociales y económicas" que hay que mantener del mismo modo que se requiere el compromiso de los países para lograr un enfoque regionalizado de la pesca.

"He ahí la cuestión, machiño", me dice Ramón señalando con el dedo índice de su mano derecha tal información. Hay que regionalizar la pesca. Es lo que he dicho siempre. Que franceses y portugueses pesquen en sus aguas y nosotros en las nuestras.

Duda Ramón unos segundos y retoma su planteamiento: "Claro que, como tengamos que pescar en nuestras aguas, aquí no pesca nadie. Aunque, bien mirado, no sé qué vamos a pescar si ya no tenemos barcos y aquellos que hay no tienen cuota".

Me planteo a mí mismo: si tenemos unos stocks en buenas condiciones, ¿deberemos continuar con el cinturón de la pesca apretado y bien apretado porque, de no ser así, la rentabilidad bajará a las cifras registradas hasta ahora?

El comisario quiere mantener el compromiso de pesca saludable y rentable. Y me parece bien; pero es una contradicción. Porque si pescas, las reservas se reducen. Sobrevienen las restricciones, se fijan TAC y cuotas, se reducen las posibilidades de pesca y se desguazan barcos porque se considera que estos sobran cuando no se logran RMS por doquier, con lo cual volvemos al momento actual: si abres la mano, malo; si la cierras, peor. Remamos, remamos y nos ahogamos en la orilla.

Ramón de Panchés cierra el periódico con mucho cuidado, echa un vistazo a la calle y mira su reloj. "Lo dicho, camarada. Hay que pescar con un enfoque regionalizador, pero los ingleses se van de Europa y nosotros vamos a tener que ir a pescar a la casa de Dios, con lo que la rentabilidad de la pesca sana me produce el mismo sarpullido que los planteamientos de Montoro sobre la fiscalidad ciudadana. Esto no tiene apaño, machiño. Nada cambiará", lamenta

A lo mejor, regionalizar la pesca significa algo que no he entendido. Karmenu Vella es isleño. Debe saber de regiones, porque él no se ahoga en el Mediterráneo.