El Atalaya, un barco sadense de la flota de cerco se prepara para jubilar al Corpiño de Muxía, que da la bienvenida a todos los que entran en A Coruña por la avenida Alfonso Molina desde 2004, cuando sustituyó al Pepe Golán. Fue en 1994, con Francisco Vázquez en la Alcaldía, cuando empezó una tradición que ya dura más de dos décadas: una embarcación y el nombre de la ciudad saludan a quienes acceden a la ciudad.

Un barco de la flota del cerco de Sada, el Pepe Golán, fue el elegido para estar situado en el margen derecho de la vía, en sentido entrada de la ciudad, a la altura del primer cruce en el que se desvían los vehículos. Duró casi diez años hasta que un y lo destrozó. Entonces dio paso al Corpiño de Muxía, instalado en 2004. Cambió la nave, pero la curva siguió en su sitio, y en dos días lluviosos de enero y febrero de 2009 otros dos vehículos perforaron el casco, aunque los técnicos repararon los daños.

La intemperie fue más dura que los coches y la madera del Corpiño de Muxía, llegado de A Costa da Morte, ya no está para muchas aventuras, por lo que el Ayuntamiento decidió vallarlo el pasado 18 de abril, pues acercarse a él puede suponer un importante peligro.

Con las movilizaciones de la flota de cerco, en enero, el Gobierno local que cedió una sala del palacio de María Pita para un encierro reivindicativo y ahora un armador de Sada ha decidido agradecer el gesto con otro; ofrecer el Atalaya, que iba a pasar al dique seco a pesar de su buen estado de conservación para instalarlo en A Coruña.

El Consistorio aceptó y comenzó entonces la reparación de la nueva nave que debe ser pintada, entre otros retoques, antes de ser instalada junto al topónimo floral de la polémica. El Gobierno local espera hacerlo en breve.'