La elección de Basilio Otero como presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores satisface a los representantes de las federaciones gallegas que, sin embargo, reconocen que los retos a los que se enfrenta el líder de los pósitos lugueses son numerosos. La federación nacional atraviesa por un momento delicado debido a su "complicada" situación económica, lo que unido a la insatisfacción del sector por las cuotas, el papel de la Administración y la incertidumbre ante la salida de Reino Unido de Europa, suponen los mayores desafíos para el también patrón mayor de la Confraría de Pescadores de Burela.

El presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pescadores de A Coruña, Daniel Formoso, indica que la federación nacional no pasa por un buen momento debido a los problemas que existen para cubrir los gastos y al hecho de que no todos los pósitos paguen las cuotas. "El principal reto al que se enfrenta Basilio Otero es buscar la estabilidad económica de la federación", asegura el presidente de la Federación Provincial de Confrarías de Pescadores de Pontevedra, José Antonio Gómez. Para ello, es fundamental conseguir la unidad del sector y que todas los pósitos vayan "en el mismo barco" para que se acorten las distancias que las separan.

"Los problemas a los que debe enfrentarse son muchos, pero la gestión de las cuotas, el estado de los recursos, la incertidumbre ante el Brexit o cómo va a afectar la política de los descartes son temas que preocupan a todo el sector", resume el presidente de la Federación Galega de Confrarías de Pescadores, Tomás Fajardo. Por eso, para Formoso -que recuerda las ponencias que se realizaron durante la X Asamblea sobre diferentes aspectos relacionados con el sector- es fundamental que se haga más presión desde la federación nacional. "Tiene más fuerza que las cofradías sobre Europa y la gestión de la pesca", considera.

"Que el presidente de la federación nacional sea gallego y que tengamos voz en Madrid entra dentro de la lógica. Vamos a ser escuchados directamente", asegura Fajardo. Para Gómez, esto supone que el actual líder de los pósitos españoles tendrá mayor "sensibilidad" con los problemas de la Comunidad Autónoma, aunque Formoso recuerda que el anterior presidente, el fallecido Genaro Amigo, también era de Galicia. "El mejor que pasó por el puesto", añade, aunque aclara que no se puede olvidar que el líder de la federación nacional debe defender a todas las autonomías. Los representantes gallegos esperan que Otero sea un "puente de conexión" entre la Administración y el sector y exigen la unidad de los pósitos.

Los líderes de las cofradías gallegas no consideran a Otero una persona "politizada", frente a quienes le criticaron por ser afín al PP antes de las elecciones. "Que nos reunamos con los políticos no quiere decir que estemos politizados", defendió Fajardo.

Los líderes gallegos coinciden en que la elección de Otero es "idónea" y que se trata de una persona "valiosa" que conoce y tiene experiencia en el sector. Formoso, además, considera que el hecho de que el vicepresidente primero (Francisco Martí, de Gandía, Valencia) y el vicepresidente segundo (Gabriel Jiménez, de Agaete, Las Palmas) sean de diferentes autonomías es positivo para la representatividad del sector.