La conselleira do Mar, Rosa Quintana, reclamó ayer ante el Ministerio Fiscal unas sanciones más duras para frenar la lacra del furtivismo en las costas gallegas. En concreto, la responsable de la política pesquera gallega pidió a la Fiscalía que se adopten "medidas disuasorias" que eviten que esta práctica siga siendo una problema para la comunidad y abogó porque las multas sean más altas equiparándose al menos al daño causado.

Quintana anunció que la Xunta busca que el autor o autores "recapaciten" y no vuelvan a delinquir, según explicó en un curso de la Escuela de Verano del Ministerio Fiscal sobre Protección penal de la flora, la fauna y los animales domésticos. La medida viene a colación por una sentencia publicada el mes pasado sobre un furtivo que fue detenido en A Coruña y al que solo le fue impuesta una multa de 240 euros y un día de cárcel por cada dos que no pague (dos euros al día). Una sanción que, en el caso de la cantidad que portaba cuando fue arrestado, es menor que el daño realizado: 40 kilos de almeja que, a una media de 8 euros el kilo en lo que va de año, superarían los 320 euros en lonja.

La conselleira recordó también las "dos o tres sentencias" emitidas desde que se produjo la reforma del Código Penal -que entró en vigor en julio de 2015- para establecer como delito el furtivismo que cause un grave daño a los recursos marinos. Sobre esta baja cifra, dijo que se está todavía "arrancando" en esta nueva situación. Ahora hay que ver como mejorar "en la aplicación", señaló. "Se trata de expedientes complejos y la sentencia puede tardar en salir", admitió la conselleira, que insistió en que ahora se trata de ver cómo "agilizar" estos casos. Preguntada sobre si las condenas existentes hasta la fecha son más "blandas" de lo que esperaba, reconoció que son penas "sencillas".

Por otro lado, Quintana también mencionó las cifras sobre furtivismo del año pasado, en el que se produjeron más de 3.600 infracciones, frente a las 3.200 del año 2009 (un 12,5% más), y el incremento fue del 87% en el caso de los decomisos de pescado y marisco en relación a 2009, al pasar de casi 40.000 kilos a más de 73.000.

Esta mejora en la lucha contra el furtivismo -con más indentificados y productos requisados-, comentó Quintana, se debió en la coordinación y en la colaboración entre el Servizo de Gardacostas de la Xunta, los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, el sector y la Fiscalía Superior de Galicia.

Además, la Xunta espera poder contar lo antes posible con la utilización de las nuevas tecnologías y las capacidades que ofrecen herramientas como los drones, según los desarrollos que la Administración está realizando conjuntamente con Indra y Babcock en el polo Civil UAVs Initiative en Rozas (Castro de Rei, Lugo). Desde un principio la idea contenía objetivos que se centraban en el uso de estos aparatos para, entre otras cosas, luchar contra la contaminación acuática, el salvamento marítimo, el control de la flota y la lucha contra el furtivismo.

Precisamente, la vigilancia contratada por la Asociación de Mariscadores de la Ría de Vigo identificó a dos furtivos ayer por la noche en Vilaboa capturando almeja japónica en una zona en la que está prohibida la extracción. Tras dar el aviso a la Guardia Civil, los dos hombres fueron interceptados en la carretera. Según pudo saber este diario, los furtivos llevaban cerca de 40 kilos de almeja. Además, uno de ellos había sido identificado también hace 10 días en un operativo en Cesantes, Redondela.