La industria pesquera gallega necesita elevar su producción un 25% en los próximos cinco años para retener su posición como actor de dimensión global debido a los cambios producidos. La flota de bandera española lleva tres décadas capturando prácticamente la misma cantidad de pescado: un millón de toneladas al año. En el mismo periodo la cifra de barcos se redujo a la mitad, la industria transformadora multiplicó su tamaño y aparecieron en escena actores que antes producían para autoconsumo (China, Tailandia, Ecuador, Chile o Vietnam). A esta ecuación se le suma el tirón de una demanda mundial que crecerá un 3,6% anual hasta 2023. Cada vez habrá más consumidores y menos pescado salvaje para tanta gente, lo que obligará al sector a depender más de la acuicultura, además de a ganar tamaño para tener un hueco en el reparto de una materia prima escasa.

Este es el diagnóstico del informe Global Seafood Market de Allied Market Research, que cifra el valor de todo el sector en 102.000 millones de euros (que alcanzará los 132.000 en cinco años). Galicia es líder de esta industria en la eurozona con 2.875 euros de ingresos solo entre las compañías pesqueras de mayor tamaño (Pescanova, Coper, Profand, Pescapuerta, Mascato, Iberconsa, Atunlo, Pereira, Fandicosta, Marfrío, Interatlantic, Alfrío y Cabomar). Estas firmas comercializaron algo más de 720.000 toneladas de productos del mar el año pasado, en un ejercicio complicado dada la escasez de materia prima de especies como los cefalópodos. Para mantener el ritmo de crecimiento que exige la industria tendrán que acariciar el millón de toneladas vendidas en 2023. "El mercado global de seafood (productos del mar) se caracteriza por un incremento de la población, aumento de la capacidad de compra y alza de los productos premium", reza el análisis. La demanda de oferta gourmet y de refrigerados, añade el texto, será protagonista.

La adaptación de la industria gallega a este doble reto (escasez de materia prima y mercado globalizado) es un tren al que la mayoría ya se subió. A excepción de Pescanova (por la crisis que sufrió), las empresas elevaron sus volúmenes de mercancía vendida y tamaño. Grupo Profand se hizo recientemente con el control de la marroquí Sofinas y aumentó un 48% la cifra de toneladas vendidas desde 2013. Pereira, que hizo lo propio con otro 36% en el mismo periodo, acaba de comprar un barco (Mar Coral), una conservera (Portomar) y recibirá el próximo verano un nuevo buque para Malvinas. También Pescapuerta se reforzó como una de las principales operadoras (+15% de toneladas vendidas), al igual que Mascato (+40%, con un barco en construcción para Gran Sol) e Iberconsa. Esta incorporó ocho buques en el último año y medio, sobre todo para Argentina, y cerró la compra de la argentina Pesquera Santa Cruz, además de haber sido la gran dinamizadora del sector en Galicia tras la entrada en el capital del fondo de capital riesgo Portobello.

"El agotamiento de los stocks impedirá el crecimiento de la industria durante el mismo periodo [2017-2023]", indica el informe, de ahí las excursiones de operadores asiáticos o norteamericanos por otros mercados para comprar empresas en funcionamiento que le den más materia prima y tamaño. Pese al músculo del sector transformador gallego, las 14 principales empresas facturan menos que el mayor holding pesquero europeo: la poderosa salmonera noruega Marine Harvest.