La conselleira do Mar, Rosa Quintana, aseguró ayer que no es posible analizar una "supuesta" pérdida de empleo ni los efectos del traslado de la actividad de la planta de la conservera Calvo en Esteiro (Muros) a Carballo porque todavía se negocian las condiciones, mientras que el sindicato CCOO insiste en que alrededor de 300 puestos de trabajo están en peligro. Quintana trasladó ayer en el pleno del Parlamento gallego su apoyo a "cualquier" proyecto "viable" de una nueva firma o las propias empleadas de Calvo para la planta de Muros. El responsable de empleo de CCOO, Francisco Vilar, criticó la propuesta de la Consellería do Mar de realizar una jornada sobre cooperativismo en enero para fomentar que las trabajadoras se inicien como empresarias.

Vilar asegura que, según las estimaciones del sindicato, el 70% de las 100 empleadas de la fábrica de Muros no podrá trasladarse a la sede de Calvo por diversos motivos como la edad, la salud o las cargas familiares, a las que habría que sumar los 120 puestos de trabajo eventuales y los alrededor de 80 de mantenimiento y otros servicios. El portavoz del sindicato explica que si UGT, favorable al traslado de la planta y mayoritario en el comité de empresa, firma el cierre, alrededor de 300 empleos estarían en peligro.

La asamblea de trabajadoras votó a principios de mes sobre el futuro de la factoría y 48 empleadas apostaron por el cierre mientras que 40 defendieron su continuidad. Los sindicatos mantendrán hoy una reunión para seguir con el análisis de la situación.