Debemos ser muy cuidadosos con lo que tomamos para recuperarnos de un problema de salud. No todo vale, ni debemos seguir las indicaciones de personas que no son profesionales de la salud y, aunque lo hacen con su mejor intención, pueden causarnos complicaciones de difícil resolución.

Cuando hablamos de un botiquín natural nos referimos a la expresión que han acuñado los que suelen utilizar estos productos para recuperarse de pequeñas perturbaciones de su organismo. Estreñimiento, diarrea, sequedad de la piel, etc. son el blanco perfecto para utilizar estos compuestos que, además, resultan eficaces.

Además, no deberías sorprenderte porque ya lo tienes. No le llamamos así, pero todos en casa disfrutamos de elementos saludables que nos ayudan a vivir mejor y prevenir enfermedades. Solo tienes que acudir a tu cocina y analizar lo que hay; verás cómo lo comprendes rápidamente. La idea de un espacio concreto en el que se concentren productos sanitarios naturales también es posible. ¿Te lo habías planteado?

Si abres tu nevera encontrarás varios alimentos con actividades interesantes que pueden ayudarte a prevenir ciertas patologías o mejorar alguna que estés sufriendo. Seguro que te repites las bondades del zumo de naranja bebido inmediatamente después de ser exprimido. Aunque son muchos los que forman parte de este grupo, podemos citar:

-Cerezas, para dormir mejor por la presencia de melatonina.

-Limón, un buen depurativo.

-Brécol para mejorar el estreñimiento.

-Piña muy digestiva.

-Arándanos, antioxidantes naturales que eliminan radicales libres.

-Uvas, con resveratrol que te rejuvenece.

-Pavo, con triptófano, es un buen antidepresivo.

Y en la despensa, también puedes tener un buen "arsenal terapéutico": plátanos (mejoran el insomnio), lentejas (estreñimiento), pipas de girasol (antidepresivas), miel (para los problemas de garganta), papaya (mejora la digestión), cacao (antidepresivo), almendras y nueces (para dormir mejor), etc.

Además, los seguidores de las terapias naturales consideran imprescindible tener en su casa una botiquín natural (similar al tradicional que contiene fármacos) en un lugar específico que les permita utilizar convenientemente los elementos que consideren necesarios. No debe organizarse sin consultar a un médico o profesional sanitario especializado y podría estar formado por compuestos necesarios para los "primeros auxilios":

-Equinácea, en infusión o extracto, actuaría como antibiótico natural.

-Propóleo, funcionaría como antibiótico natural.

-Aloe vera. Para tratar quemaduras y mejorar la hidratación de la piel tras tomar el sol.

-Semillas de lino o plantago ovata resultan útiles para mejorar el estreñimiento.

-Manzanilla, regaliz y anís estrellado para problemas del aparato digestivo (gases, irritación, malas digestiones, etc.)

-Manzanilla amarga para mejorar la conjuntivitis.

-Pasiflora, azahar y espino blanco como sedantes y mejoran el insomnio.

-Tomillo, por ser un buen desinfectante a nivel del aparato respiratorio.

-Llantén para mejorar la tos.

-Árnica en los hematomas y golpes.

-Cardo mariano, alcachofa y boldo para depurar el hígado y eliminar toxinas acumuladas.

Cualquiera de estos productos debe ser administrado bajo consejo del especialista, pues aunque son "naturales" tienen efectos sistémicos sobre el organismo que no pueden olvidarse y debes consultar si notas algún problema al consumirlos. Especial cuidado merecen los pacientes con problemas tiroideos, diabéticos, cardiópatas y polimedicados, así como con fármacos que presentan un estrecho margen terapéutico cuyos efectos adversos pueden implicar una mayor gravedad.

No los compres fuera de los cauces establecidos. Acude a una farmacia y pregunta al farmacéutico, siempre accesible a tus comentarios. No sirven para todo, ni para todos, y deben utilizarse de manera adecuada. Mucho cuidado con el consumo conjunto de varios "naturales" o el mixto (con los tradicionales) porque pueden presentarse interacciones que deben ser valoradas por el médico. No le ocultes que los estás utilizando; debe saberlo.

Y acude a tu cocina y disfruta de las propiedades de los alimentos que allí tienes. Organiza un menú equilibrado a diario para prevenir la aparición de problemas de salud y combina de manera adecuada lo que ingieres. Evitarás carencias nutricionales que pueden causar patologías concretas (por ejemplo, si te falta hierro, puedes padecer anemia). Consulta a tu médico tus necesidades específicas y toma lo que él te indique y te permita incluir en tu botiquín.