-¿Por qué cuesta tanto a los padres poner límites a sus hijos?

-Nos da miedo decir que no. Ahora comprendo cuando mi padre me daba una zurra y me decía: 'Me duele más a mí que a ti'. Nosotros hemos sido demasiado condescendientes, hemos querido cubrir nuestras deficiencias y nos hemos pasado. Nos ha dado miedo la palabra autoridad. Creo que los padres jóvenes están mejor preparados que nosotros porque ya no tienen estos complejos.

-¿Y los profesores, tienen suficiente autoridad?

-Los profesores están desesperados porque son los propios padres los que les quitan esa autoridad. Hace falta un pacto para que profesores y padres se sientan reforzados en sus funciones. Hay mucha hipocresía social; por ejemplo, yo como fumador pago las consecuencias de esta ley antitabaco pero, en cambio, los macrobotellones están a la orden del día.

-¿Cómo cree que se están tratando los casos de acoso escolar?

-El acoso escolar casi no llega a los juicios porque se tapan mucho los centros escolares, los profesores y los padres y los colegios están eludiendo muchas responsabilidades. Siempre ha habido casos de acoso escolar pero el problema es que hoy los niños son mucho más crueles.