Luis Moreno Aznar es catedrático de la Universidad de Zaragoza experto en nutrición infantil. Su currículum es impresionante. Es doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza; diplomado en Nutrición Humana, Dietética y Dietética Terapéutica y en Salud Pública y Salud Comunitaria por la Universidad de Nancy (Francia); máster en Alimentación y Dietoterapia en el Niño y en el Adolescente de la Universidad de Zaragoza; también es profesor visitante de excelencia en la Universidad de São Paulo (Brasil); coordinador del grupo de investigación Genud (Growth, Exercise, Nutrition and Development) de la Universidad de Zaragoza.
En 1981 participó en el primer estudio sobre nutrición realizado en España y le asignaron la zona cantábrica. Su conocimiento de la nutrición, especialmente la infantil, se sustenta en estudios de varias décadas. Tiene visión de pasado y de futuro.
-España tiene un problema con la obesidad infantil.
-Es un problema muy frecuente en todo el mundo y paradigmáticamente es más importante en la zona mediterránea.
-¿Con nuestra dieta?
-Sí, y curiosamente en España donde más problemas hay es en Andalucía y Canarias, que se supone que es donde prima la dieta mediterránea.
-¿Cuáles son las causas de la obesidad infantil?
-La obesidad tiene un componente genético. También se consumen más calorías de las necesarias o se gastan pocas en actividad física.
-¿Cuál es la situación actual?
-El aumento de la obesidad infantil en España se produjo entre la década de los ochenta y el 2000, y a partir de ahí empezó a descender y ahora lo estamos notando.
-¿Quién tiene la culpa de que nuestros niños no coman bien?
-Hay mucha oferta de alimentos con mucha densidad de calorías, como la bollería industrial. Pero éste es sólo un ejemplo, la bollería no es culpable de la obesidad, y si hay que buscar un culpable sería la sociedad en su conjunto.
-¿Qué le tengo que dar a mi hija para desayunar?
-La teoría es muy fácil. Los niños deben desayunar alimentos derivados de los cereales integrales y frutas y verduras.
-Darle a un niño verduras y cereales integrales no es sencillo.
-Estamos trabajando para que esos alimentos integrales sean más atractivos para los niños. En cuanto a las verduras es complicado, pero muchas veces es por error de los padres que tenemos poca paciencia. Hay que acostumbrar a los niños a que prueben muchas cosas y cuando un bebé de 6 meses rechaza las verduras a la segunda o tercera vez hay que insistir porque a la décima lo acabará aceptando.
-Nos resulta más fácil darles ot ra cosa que sabemos que les gusta.
-Sí, pero tampoco debemos echarle toda la culpa a los padres, los niños no vienen con manual de instrucciones.
-¿Tenemos los padres pocos conocimientos de alimentación?
-Los padres deberíamos intentar aprender. Sabemos lo que es bueno o malo para nuestros hijos, pero deberíamos poner en práctica otras cosas.
-¿Por ejemplo?
-Es fundamental que todos los miembros de la familia coman lo mismo y coman juntos.
-¿Pero si la mayoría de los niños comen en el colegio?
-Queda el desayuno y la cena. La cena es un momento muy importante para la alimentación y para la educación y en ese momento los padres deben ser un modelo para sus hijos.
-Los padres vegetarianos o veganos inculcan esas dietas a sus hijos.
-Una alimentación basada en muchos vegetales no es mala, pero tiene que tener otros componentes como lácteos, y más aún en Galicia, carne y pescado. Las dietas extremas tienen riesgos para los adultos y aún más para los niños.
-Los supermercados nos lo ponen difícil.
-El momento de hacer la compra con los hijos es muy importante. Hay que comprar productos lo menos elaborados posible, de buena calidad, locales y estacionales.
-Sí, pero las marcas nos ofrece n otras cosas.
-Es cierto que hay productos muy apetecibles para los niños que son baratos y que se preparan rápido, pero debemos hacer un esfuerzo en comprar otras cosas; también hay tipos de cocinado muy sencillos: unas verduras a la plancha se hacen en un momento y son muy saludables.
-En los colegios cada vez se cuida más el menú del comedor y cada vez se aboga más por la actividad física, y aun así sigue habiendo problemas de obesidad.
-Es cierto que se ha mejorado mucho en la alimentación escolar, y en cuanto al deporte quizá no se trate tanto del deporte o de los juegos como lograr que los niños tengan más actividad física, que dejen el sedentarismo y que vayan a clase andando o en bicicleta. Con los niños y jóvenes tenemos ese gran problema, ahora mismo con las tablets, los ordenadores, los móviles y la televisión es perfectamente posible pasarse 24 horas sentado sin tener ningún tipo de actividad.
-¿Debería incluirse la nutrición como una asignatura en el currículo escolar?
-No creo que se tenga que ir a tanto como incluir una asignatura, pero sí pienso que la alimentación debería ser algo transversal en la educación, que se trate todas y cada una de las asignaturas. Es muy sencillo hablar de nutrición y alimentación desde el punto de vista de la lengua, las matemáticas o la física.