La Autoridad Portuaria acaba de prohibir el desguace de barcos en los muelles coruñeses y ha obligado a paralizar la actividad de las tres empresas que hasta ahora se encargaban de desmontar los pesqueros y embarcaciones inservibles en el muelle de Oza. Los empresarios aseguran haberse visto obligados a despedir a once trabajadores en el último mes, aunque calculan que las bajas superarán la treintena si la prohibición se mantiene y advierten de que otras compañías auxiliares se verán afectadas por la medida.

La prohibición comenzó el pasado 10 de enero, cuando la Autoridad Portuaria envió un escrito a Desguaces Petrallo y Remolcadores David en el que prohibía todas las operaciones de desguace en el puerto coruñés, que también realiza Desmantelamientos Metalúrgicos, así como las labores previas -limpieza de buques, entre otras- hasta que los empresarios cuenten con las instalaciones "adecuadas" para realizar la actividad. El Puerto alegó en su escrito que había tomado la decisión después de una inspección de Augas de Galicia en la que los técnicos de la Xunta cuestionaban la viabilidad medioambiental de la actividad de los desguaces.

En el mismo escrito, el Puerto dio quince días de plazo a las empresas para retirar el material que acumulaban en el cantil del muelle de Oza donde trabajaban y suspendió todas las autorizaciones administrativas que previamente había concedido a las empresas.

La Autoridad Portuaria entregó ayer un nuevo escrito a las empresas con una serie de normas sobre los desguaces previamente prohibidos en el que puntualizaba que las compañías tampoco podrán utilizar los carros varaderos que la Autoridad Portuaria tiene en Oza. Las dos resoluciones recibidas por los empresarios -incluso la que les fue entregada ayer- estaban firmadas por el ya ex director de la Autoridad Portuaria, José Ignacio Villar, quien ayer tomó posesión como director xeral de Portos de Galicia.

Los dos documentos fueron expedidos con un mes de diferencia, pese a que en cuanto recibieron la primera orden de paralizar la actividad en el muelle, los empresarios se presentaron en la Autoridad Portuaria para exigir una solución y demandaron una respuesta urgente para continuar cuanto antes con el trabajo.

Medidas en estudio

Según ha podido saber este diario, el Puerto ya había estudiado con anterioridad exigir medidas de protección ambiental a estas empresas, aunque nunca antes, según los propios empresarios, llegó a restringir su actividad. Los representantes de los desguaces mostraron su sorpresa por la prohibición de desguazar barcos, pero sobre todo porque se produzca sin previo aviso, sin plazo de adaptación ni más alternativa que el traslado de la actividad a otro puerto o el cierre, según las quejas de los afectados.

Las empresas de desguace desmontaban la parte superior de los barcos desguazados en el muelle de Oza donde tienen sus locales y luego trasladaban la parte inferior -conocida como la zapatilla del buque- a un varadero para concluir los trabajos. Esta operación se terminaba hasta ahora en los carros que la Autoridad Portuaria tiene en Oza, donde estas empresas pagaban unos 700 euros por cada barco.

Fuentes del Puerto explicaron ayer que hace ya un año que no se realizaban las operaciones de desguace a flote por problemas de estabilidad de las embarcaciones y por las limitaciones de espacio que hay en la dársena de Oza. Lo único que ahora se limita, según estas mismas fuentes, es el uso de los carros de la Autoridad Portuaria, que se cierran a las operaciones de desguace "por motivos de explotación".