El alcalde, el socialista Valentín González Formoso, se acercó ayer hasta A Casilla para conocer la evolución de unos trabajos con los que el equipo de gobierno busca devolver al barrio "su papel protagonista de antaño". Un barrio que en pocos meses contará, además, con una playa cercana que se construirá como parte del proyecto del lago artificial de Endesa.

El Concello invertirá 41.000 euros en la sustitución del cemento de la calle Portorroibo por hormigón impreso y ya ha destinado 4.730 euros a la pavimentación de una calle perpendicular, la Curros Enríquez. Ambas actuaciones se financian con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local. Una vez finalizadas las obras en Portorroibo, se realizará un proceso semejante en la calle Telleiras. Los planes del Gobierno local se completan con la futura remodelación de un local del que podrá hacer uso la asociación vecinal Veiga da Areosa, que en la actualidad carece de un espacio en el que organizar sus actividades. Además, los vecinos de A Casilla tienen a su disposición desde mayo un parque infantil.