Paredes agrietadas, techos desprendidos, azulejos rotos, tabiques desplazados... Éstos son algunos de los muchos desperfectos que presenta una decena de edificios del casco urbano de Ponteceso provocados presuntamente por una gran obra que está en marcha en la zona. Cada día que pasa los daños van aumentando, y muchos vecinos temen por su integridad física. Viven con el miedo en el cuerpo, se sienten inseguros en sus propios hogares y esperan los resultados de los técnicos para decidir si finalmente abandonan sus casas, tal como están pensando desde hace semanas.

El caso más grave es el de un edificio que se ha separado unos diez centímetros de otro, por lo que los propietarios creen que existe un serio peligro de derrumbe. Los daños provocados son muy cuantiosos en todo el inmueble, incluida una vinoteca que se encuentra en la planta baja. La trabajadora del establecimiento Lucía López afirmó que al principio comenzó a agrietarse una de las paredes, se extendió al techo y a medida que pasan los días los desperfectos se van incrementando, sobre todo en la zona reservada a las comidas de los clientes. Las puertas cierran con dificultad, hay cornisas, trozos de pared y marcos desprendidos, y los propietarios creen que la situación todavía empeorará más con el paso del tiempo.

La comisión de afectados que se constituyó hace unos días para reclamar compensaciones de forma conjunta lamenta que el alcalde no tome cartas en el asunto para impedir que la situación empeore todavía más, ya que insiste en que se trata de un asunto muy grave. Los damnificados quieren una solución para los daños provocados, aunque para eso tendrán que acudir a los tribunales.

"El alcalde no puede esquivar su responsabilidad en este asunto, porque es algo muy serio. La gente no está viviendo en condiciones normales, está nerviosa porque no se siente segura y no descansa por las noches", cuenta José Santos, miembro de la comisión de afectados. Otra integrante de la entidad, Marta Mato, reconoce que los vecinos se sienten desprotegidos porque parece que nadie quiere asumir responsabilidades en este asunto. "Nosotros perdemos nuestras casas y alguien tendrá que responsabilizarse de ello", cuenta Marta Mato.

La comisión de afectados se reunirá hoy para estudiar nuevas medidas y hablar sobre el pleno extraordinario que solicitarán los grupos de la oposición para este asunto. Los damnificados esperan confiando que no haya ninguna desgracia personal.