El Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña abrió una investigación para determinar las causas que provocaron la explosión en la refinería de Repsol en la que dos trabajadores resultaron heridos de gravedad. Una de las víctimas, Juan Carlos Sousa, de 36 años, falleció el pasado domingo, 17 días después del accidente, y su compañero permanece internado en el hospital con el 70% de su cuerpo quemado.

La jueza ordenó a la Policía Judicial y a Inspección de Trabajo que realicen las "gestiones oportunas" para esclarecer los hechos, que sucedieron el pasado 15 de abril a las diez y media de la mañana. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 2, que es el que ejercía las funciones de guardia, abrió la investigación tras recibir del complejo hospitalario Universitario los dos partes de lesiones del área de "grandes quemados". La empresa, por tanto, no puso en conocimiento de la justicia lo sucedido en la explosión.

Los agentes de la Guardia Civil de Arteixo ya remitieron a la juez el atestado sobre la inspección que realizaron del accidente laboral y la familia de una de las víctimas se personó ante el Juzgado de Instrucción número 2 como acusación particular. Las víctimas, por tanto, ya contrataron a un abogado para exigir responsabilidades a la empresa.

La investigación judicial seguirá su curso hasta que la magistrada encargada del caso considere que se han realizado todas las averiguaciones oportunas. Una vez que concluya la instrucción, la juez determinará si hay indicios o no de comisión de delito. En el caso de que los haya, dará traslado a la Fiscalía para que formule su acusación, al igual que al abogado de la familia de uno de los trabajadores, que se personó como acusación particular. La decisión de la magistrada, no obstante, podrá ser recurrida por las partes afectadas.

Repsol prefirió mantener a la justicia al margen de la investigación, ya que el juzgado de guardia tuvo conocimiento de los hechos por los partes que le remitió el hospital público coruñés, que está obligado a informar a las autoridades judiciales cuando atiende a pacientes cuyas heridas puedan estar relacionadas con la comisión de algún delito.

Repsol constituyó una asamblea para determinar las causas de la explosión. El órgano estaba formado por delegados de prevención del comité de empresa y técnicos designados por la compañía, que prohibió participar en las indagaciones a los representantes de la empresa de mantenimiento a la que pertenecían el trabajador herido y el fallecido. Los sindicatos que forman parte del comité de empresa exigieron a la compañía que un delegado de prevención de Talleres Mecánicos del Sur (Tamesur) formase parte de la comisión, pero la dirección de Repsol se negó.

Los representantes de los trabajadores decidieron abandonar el órgano creado por la empresa para investigar las causas que provocaron la explosión en la planta de coque, una instalación en la que se extrae el carbón que contiene el petróleo crudo, después de que la dirección de la refinería anunciase que abriría la planta. La compañía, ante la denuncia sindical a Inspección, dio marcha atrás en la decisión de abrir la instalación donde se produjo la detonación sin esclarecer el accidente. El comité de empresa de Repsol exigió esta semana la dimisión de la dirección de la refinería por su actuación tras el siniestro. Los portavoces de los sindicatos, además, denunciaron presiones por parte de la compañía para que se vuelvan a sentar en la mesa en la que la fábrica y los operarios intentaban determinar las causas de la explosión.

Los representantes sindicales sostienen que los responsables de la refinería ocultaron información sobre el accidente. Los afectados también aseguran que la compañía no está haciendo "todo lo posible" por determinar qué pasó el pasado 15 de abril en la planta de coque para que se originase la detonación que dejó heridos de gravedad a dos trabajadores que realizaban trabajos de soldadura en una de las cámaras existentes en la planta de coque.

Los empleados de Repsol se concentraron el martes a las puertas de las instalaciones de la empresa en apoyo a la familia del trabajador fallecido como consecuencia de las quemaduras que sufrió en el accidente. Los operarios destacan que la dirección de la refinería "miente" porque afirma que en el momento de la deflagración el carbón salía "frío" y que podía "cogerse con las manos".

Mientras la dirección de la refinería, según los trabajadores, trata de negociar con los representantes sindicales, el Juzgado de Instrucción número 2 investiga si hay indicios de que la empresa incurriese en algún delito que originase el accidente que provocó la muerte de uno de los empleados de una contrata de mantenimiento y lesiones graves en su compañero, que permanece ingresado.