Dice que lleva, desde las siete de la mañana del martes, dándole a la manivela de la calculadora, para ver si le dan las cuentas. El concejal de Infraestructuras, Esteban Lareo, se queja de que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no haya llamado al alcalde, Javier Losada, para saber cómo está la ciudad tras la embestida de Becky.

-¿Cómo afronta el Concello los destrozos del temporal?

-Ahora estamos evaluando los daños, estamos acabando de retirar todo lo que destrozó el temporal porque ayer (por el martes) nos dedicamos a desmontar las piezas que tiró, los bancos, las farolas y el mobiliario urbano para que el mar no los pudiese utilizar como proyectiles contra los peatones. La seguridad era nuestra prioridad. Estamos viendo también las zonas a las que no pudimos acceder por el estado del mar y también si hay daños internos en la red de saneamiento o en la eléctrica. Cuando eso esté definido tendremos que ver cómo lo reponemos.

-Tendrán que decidir si lo dejan igual o si adoptan otra solución, como en Santander o en San Sebastián.

-La balaustrada de Santa Catalina está ahí desde la inauguración del paseo marítimo, pero llevamos dos años con temporales fuertes que la han tirado. Veremos qué aconsejan los técnicos y, en caso de retirarla, tendremos que ver por qué la sustituimos, qué materiales y qué tipo de barandilla utilizamos y, finalmente, estudiaremos el aspecto estético. Debido al cambio meteorológico y al trabajo del mar en el paseo, todo el mundo coincide en que lo mejor sería cambiarla, así que estudiaremos todas las opciones desde el punto de vista técnico e intentaremos mantener la imagen que teníamos hasta ahora.

-¿Se pone plazos?

-Va a llevar mucho tiempo. Primero aún tenemos que saber qué daños tenemos y subsanarlos, después viene hacer un presupuesto municipal, acogerse a ayudas, hablar con los seguros... La prioridad es evitar riesgos para el patrimonio y para los ciudadanos.

-Pues vuelve el mal tiempo y los daños siempre son en los mismos puntos.

-A Coruña es como es y el centro se le ha ganado al mar. Aquí hemos aguantado y contra los elementos, a partir de determinadas cifras, no puedes luchar. Hay cosas que son impredecibles, hay que ver cómo viene la próxima tormenta, porque esta coincidió con mareas vivas y no es lo mismo. Sin relleno en las playas hubiese pasado todo lo que no pasó. Ha servido como freno y los técnicos de medio ambiente hicieron también una duna diferente a la de los otros años, pero contra olas que dicen que pudo haber de hasta 21 metros, ¿qué vas a hacer? Lo mejor es que podemos contarlo sin lamentar pérdidas y con pocos daños en comparación con los sufridos por el resto de España.