El grupo municipal del BNG en A Coruña ha asegurado esta mañana que el último intento por legalizar el edificio Conde de Fenosa, sobre el que pesa una sentencia de derribo sin ejecutar, "está condenado al fracaso, como ya han apuntado los tribunales.

El portavoz nacionalista, Xosé Manuel Carril, ha rechazado el intento de legalización total del inmueble a través del Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) de 1998, y ha censurado la actitud del Ayuntamiento por no haber ordenado a la promotora, Martinsa-Fadesa, "la ejecución de la sentencia ni la realización de obra alguna".

"El Ayuntamiento no puede otorgar nueva licencia de acuerdo al PGOM de 1998", ha subrayado el edil.

Carril ha asegurado que la propuesta del Ayuntamiento "no es más que otro juego" para "eludir el cumplimiento de la sentencia" y "tratar inútilmente de ganar tiempo".

"Lo grave de esta táctica es que cada vez empeora más la situación judicial del edificio, de sus vecinos y del propio alcalde", ha afirmado.

De hecho, Carril ha recordado que la sentencia sólo obliga de momento a la demolición parcial de lo construido pero ha advertido de que "ante el comportamiento del Ayuntamiento y la promotora" el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) "pude resolver en ejecución de sentencia la demolición total" del inmueble.

El conflicto para legalizar el edificio Conde de Fenosa en A Coruña, uno de los más grandes del centro de la ciudad, se inició hace casi 13 años, cuando el Ayuntamiento, encabezado entonces por Francisco Vázquez, concedió a la inmobiliaria Fadesa una licencia que permitía una rehabilitación integral y el cambio de uso de oficinas a viviendas.

La decisión, sin embargo, contravenía el plan de urbanismo vigente, que sólo permitía obras de mantenimiento en la antigua sede de la empresa Fenosa en A Coruña.

En febrero pasado el Tribunal Supremo ya desestimó los recursos del Ayuntamiento de A Coruña y la constructora Fadesa para dejar sin efecto la sentencia que anulaba la licencia del inmueble y que obligaba a su demolición.

Finalmente, el alto tribunal gallego desestimó el pasado 27 de mayo los recursos interpuestos y volvió a exigir la demolición del edificio.

Posteriormentem la sala de lo Contencioso-administrativo del TSXG desestimó el recurso de súplica presentado el pasado 13 de junio por la asesoría jurídica del Gobierno municipal y, una vez más, recordó que se debe acatar la sentencia de demolición, dictada en julio de 2009.