Los barrios del casco histórico coruñés -Ciudad Vieja, Pescadería y As Atochas- podrán albergar edificios únicamente destinados a la actividad comercial cuando se apruebe de forma definitiva el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) para esta zona, que fue ratificado inicialmente ayer por la Junta de Gobierno Local y cuyo periodo de exposición pública será de dos meses, aunque la tramitación se extienda durante todo 2013. La defensa del patrimonio y el impulso a la rehabilitación son los objetivos prioritarios de este plan, que propone medidas y normas diferentes para cada una de las zonas del casco histórico.

El cambio normativo sobre el uso comercial tiene por objetivo la instalación en el centro de la ciudad de establecimientos de cadenas cuya apertura atrae a numerosos clientes y genera la implantación de otras tiendas, una situación que dificultan las reducidas dimensiones de los bajos, según destacó ayer el teniente de alcalde de Infraestructuras, Martín Fernández Prado.

"Si nuestro parcelario no permite tener tiendas de más de 200 o 300 metros cuadrados nunca van a poder albergar estas instalaciones comerciales", explicó el concejal, para quien "cualquier centro histórico europeo permite soluciones de este tipo". Fernández Prado detalló que los inmuebles que acojan tan solo actividad comercial deberán cumplir la normativa exigible, como condiciones de habitabilidad y aislamiento acústico.

El titular de Infraestructuras aseguró que las asociaciones de comerciantes "han aplaudido la noticia y están especialmente contentas" porque consideran que esta decisión va a contribuir a revitalizar el comercio del centro de la ciudad, mientras que él estima que la posibilidad que abrirá el nuevo Pepri impulsará la rehabilitación.

La normativa actual impide que todo un inmueble se dedique a actividades terciarias con el fin de impedir el despoblamiento del centro, por lo que Fernández Prado aclaró que el Gobierno local mantiene el objetivo de que el casco histórico "sea eminentemente residencial", aunque permitiendo la combinación de este uso con la existencia de comercios u oficinas. Esta zona de la ciudad dispone de una densidad comercial superior a la media, con 206 establecimientos por cada millar de habitantes, frente a los 21,3 existente en el municipio.

También destacó el concejal que la zona de Los Cantones es el "principal centro de oficinas de Galicia" y alertó de que no incluir en el Pepri esta realidad "sería poco realista y poco útil". Fernández Prado también mencionó que el plan del casco histórico efectúa un análisis minucioso de cada edificio y que propone soluciones y usos para cada uno de ellos, entre los que se encuentran la posibilidad de que alguna o todas sus partes se destinen a fines comerciales, aunque durante el periodo de exposición pública se permitirá que los ciudadanos y los propietarios de inmuebles presenten sugerencias en este sentido.

Otra de las novedades normativas más relevantes que introducirá el Pepri es la unión funcional de edificios, lo que permitirá que inmuebles contiguos se comuniquen entre sí o que compartan espacios, aunque sin que esta medida implique el derribo de los existentes para dar lugar a uno nuevo, ya que eso implicaría una agregación de parcelas que está expresamente prohibida por el plan. Fernández Prado comentó que existen múltiples posibilidades de actuación con esta fórmula que se incorpora y que responde también a demandas de los residentes en la zona ante las limitaciones que imponen las parcelas del casco histórico.

El nuevo Pepri mantendrá la autorización para el aumento de volúmenes, pero no de forma generalizada como en el plan actual, sino individualizada. "Esos eran criterios de finales de los ochenta y principios de los noventa que hoy no se llevan en la práctica urbanística", manifestó el teniente de alcalde, quien explicó que la tendencia actual es la aplicación de "soluciones individuales" que serán posibles gracias al estudio de cada edificio realizado en el casco histórico.

Según Fernández Prado, los permisos que se concedían para aprovechamientos bajo cubierta tenían como objetivo fomentar la rehabilitación en esta zona, pero el actual Gobierno local pretende incentivar esta práctica mediante el incremento de las subvenciones a los propietarios de edificios y viviendas. "Eso de vamos a darle dos alturas para que se rehabilite el edificio no está detrás del plan", aclaró el concejal en referencia a los permisos concedidos en los últimos años en la zona.