Javier Estrada, el joven de 29 años que reconoció haber matado a golpes a los dos gemelos de 10 años hijos de su pareja en agosto de 2011, en Monte Alto, se sentará hoy en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial. El autor confeso del doble crimen estará acompañado de la que entonces era su compañera sentimental, Mar Longueira, de 38 años, a la que el fiscal acusa de maltratar a los pequeños desde que nacieron.

La Fiscalía reclama que Estrada sea condenado 50 años de prisión por cometer dos delitos de asesinato, dos de lesiones, dos de malos tratos habituales y cuatro de lesiones. La madre de los menores se enfrenta a una petición de 11 años de cárcel, ya que la acusación pública sostiene que cometió ocho delitos de lesiones y dos de malos tratos habituales.

En la primera sesión del juicio, que durará hasta el jueves, declararán los dos imputados, además de los testigos o peritos que hayan sido citados para hoy. Ambos procesados podrán acogerse a su derecho a no declarar o a contestar solo a las preguntas de sus abogados aunque lo habitual es que rechacen esta opción y respondan a las cuestiones que les planteen el fiscal y el resto de acusaciones.

Estrada estará asistido por una abogada de oficio, mientras que su exnovia contrató a un abogado. Como acusaciones, además de la pública, ejercida por el fiscal, se personarán el padre biológico de los niños, que fue condenado por impago de pensión, y la asociación Clara Campoamor.

Estrada fue sometido a numerosos interrogatorios durante la fase de instrucción del caso, dirigida por la titular del Juzgado de Instrucción número 5 de A Coruña. Desde el primer momento admitió haber cometido el doble crimen, ya que fue él mismo el que llamó al cuartel de la Policía Local, situado cerca de la vivienda de la calle Andrés Antelo en la que sucedieron los hechos, para alertar a los agentes de los asesinatos. "Pasó algo muy gordo. Dos niños muertos. Yo los maté. Venís o me voy", dijo el homicida al policía que descolgó el auricular. Una patrulla del 092 se desplazó inmediatamente al inmueble y descubrió los cuerpos de los pequeños. El sospechoso, que estaba "tranquilo", según los policías, dijo que recibía tratamiento psiquiátrico.

Estrada llegó a relatar ante la juez que instruyó los hechos cómo cometió el doble crimen e intentó justificarlo. "Perdí los nervios. La noche anterior se negó a mantener relaciones sexuales y me levanté enfadado, no había dormido bien. Ella -refiriéndose a la madre de los gemelos- notó que estaba enfadado y me llamó varias veces desde el trabajo, pero no le contesté", declaró el homicida.

El procesado subrayó que los hijos de su pareja le ponían "nervioso" y aseguró que Mar Longueira, a la que conoció a través de una agencia matrimonial, no los quería. Uno de los menores padecía "un retraso mental y de aprendizaje, por lo que se le reconoció una minusvalía del 52%", según destaca el fiscal en su informe sobre los hechos.

Los psicólogos del Instituto de Medicina Legal de Galicia que examinaron al procesado concluyeron que sabía lo que hacía cuando cometió el doble crimen. Los expertos destacaron que el homicida, que recibió tratamiento psiquiátrico desde que era niño, se mostró "victimista" y que señaló como culpables de los asesinatos al "sistema" y al "comportamiento perturbador" de las criaturas, a las que describió como "intratables".