No hay otro asunto en la historia de la ciudad que haya acaparado tantos esfuerzos legales del Ayuntamiento como Someso. En la última década, desde que los primeros propietarios originales decidieron presentar sus denuncias ante el juzgado, el desarrollo urbanístico es un eterno retorno de frentes abiertos en despachos de abogados, jueces y entes fiscalizadores como el Tribunal de Cuentas. La lupa más reciente sobre el recinto ferial son diligencias penales, las primeras que abre un juzgado por la acción administrativa en la gestión del polígono, consumada durante la Alcaldía de Francisco Vázquez.
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