"¿Cuánto me cobras por limpiar la lápida de un tercer piso?", pregunta una mujer a uno de los jóvenes que se ofrece en la puerta del cementerio de San Amaro para adecentar los nichos. "Siete euros", le dice mientras sujeta un trapo color amarillo entre sus manos. "Pues luego vengo", le responde la posible clienta mientras camina en dirección al camposanto. En la entrada hay un par de mujeres dispuestas a realizar el mismo trabajo. El precio, según le explican a una pareja, varía en función del piso en el que se sitúen las lápidas. Casi todos los visitantes, sin embargo, se las ingenian para limpiar ellos mismos los nichos.

Muchos familiares de los difuntos, según indican las vendedoras de flores de los alrededores de los cementerios, acuden el día 30 y el 31 para "arreglar" las tumbas de sus familiares. "El día que más vendemos es el 31", asegura Teresa Vázquez, la propietaria de la Floristería Marga, quien afirma que este año las ventas bajaron respecto al pasado. De media, según Vázquez, sus clientes gastaron 30 euros en las composiciones florales para los nichos, conocidas como "arreglos". La dueña del negocio indica que las flores más vendidas son "las más baratas", es decir, crisantemos, margaritas y claveles. "De las orquídeas, olvídate. La crisis se nota mucho, la gente compra igual, pero gasta menos en las flores. Hace unos años la media de gasto estaba en torno a los 50 euros", señala.

La responsable de la Floristería Calo, situada en las inmediaciones de San Amaro, destaca que hay vecinos de la ciudad que no pueden "permitirse gastar en flores". No obstante, Alicia López Calviño relata que en su establecimiento las flores que más vende son las orquídeas y las rosas. "Siempre depende del poder adquisitivo. Este año también se llevan muchas margaritas porque son más baratas", dice, al tiempo que matiza que el precio de los arreglos varía mucho. "Los hay desde 10 euros hasta 300 o 400. Depende de lo que quiera gastarse el cliente, no hay un precio fijo, es arte floral", subraya. Las confiterías, al igual que las floristerías, trabajaron ayer a pleno rendimiento. La mayoría de los clientes aprovechó para degustar los buñuelos o las lenguas de obispo típicas de estas fechas y, sobre todo, los huesos de santo.