El acusado de mantener secuestrado a un indigente en una chabola de la antigua Conservera Celta se declaró inocente ante la juez que instruye el caso, que está bajo secreto de sumario. La Policía Nacional, que tras la denuncia de uno de los afectados localizó a otros dos sin techo en el poblado, sospecha que algunos residentes en el asentamiento se dedicaban a captar a indigentes de avanzada edad para obligarlos a trabajar y apoderarse de las ayudas económicas que les conceden los servicios sociales.

El imputado por delitos de detención ilegal, amenazas y lesiones relató ante la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de A Coruña que el hombre que lo denunció se le acercó cuando vendía globos en la plaza de María Pita para pedirle trabajo. Lo único que podía ofrecerle, según su testimonio, era un sitio para dormir en una chabola cercana al puente de A Pasaxe a cambio de que le ayudase con algunos trabajos, entre ellos cortar leña.

La convivencia duró casi un mes y, según su versión, fue buena hasta que lo acompañó a Cruz Roja a recoger algunos papeles que necesitaba. Fue entonces cuando, tras esperar en el pasillo, le informaron de que el hombre no regresaría con él. La juez, tras escuchar su declaración, decretó su puesta en libertad provisional. La Fiscalía, sin embargo, recurrió la decisión, pues exige su ingreso en la cárcel porque considera que hay riesgo de fuga, ya que sostiene que podría huir a Portugal, su país de origen. El acusado, según fuentes cercanas al caso, vivió durante años en la Conservera Celta hasta que se trasladó a un piso de Ledoño (Culleredo), donde tiene su residencia. Sin embargo, conserva una chabola en el poblado de A Coruña, ya que es donde tiene algunos de sus medios de vida, entre ellos globos de helio, chatarra o atracciones de feria. Y es allí donde presuntamente retuvo a la víctima y donde la Policía Nacional localizó a otros dos indigentes desaparecidos de las entidades benéficas en las que pernoctaban. En Ledoño tan solo tiene su residencia el imputado. De hecho, si el caso hubiese sucedido en el Ayuntamiento de Culleredo la investigación sería dirigida por la Guardia Civil, no por el 091.

La víctima, según fuentes cercanas al caso, le contó, angustiada, a la trabajadora de Cruz Roja que lo habían encerrado en el asentamiento chabolista y que había convencido al hombre que lo había secuestrado para que lo acompañase a la entidad bajo el pretexto de que tenía que ir a buscar su ropa y otras pertenencias. La supuesta víctima le aseguró que sufría agresiones y amenazas. La mujer enseguida informó a la Policía Nacional, por lo que los agentes se desplazaron a la antigua Conservera Celta, donde localizaron a otros dos indigentes.