Kirenia Celia Martínez y Beatriz Pérez son madres, bailarinas con experiencia internacional y profesoras de danza e interpretación, y la primera es, además, quiromasajista. Todas estas facetas se fusionaron cuando decidieron crear Xoga, un espectáculo en el que el baile y la música se emplean didácticamente, para enseñar a los niños a conocer su propio cuerpo.

Xoga, que se estrena este domingo a las 19.00 horas en el teatro Colón, explica durante cincuenta minutos los secretos de la anatomía humana al público infantil. El primer bloque explora de forma cómica los sentidos y su importancia; el segundo, las extremidades; y la tercera parte se dedica a los huesos, músculos y articulaciones. Todo ello combinando el baile de las dos artistas, la música y una voz en off que imparte contenido didáctico, en una obra en la que "todos los códigos están entrelazados".

¿El secreto para ser didáctico y divertido? Conocer el imaginario infantil. Para un niño de cuatro años, los huesos llevan a pensar en Halloween, y un corazón, a San Valentín, dice Beatriz Pérez. El reto es hacer entender que los músculos y los huesos son una parte importante del propio cuerpo, y prestar atención a los detalles. Un niño puede aburrirse si se le enumeran los tipos de costillas, pero "prestará atención a que un elefante tiene cuarenta mil músculos en la trompa".

El equipo de Xoga, la compañía Entremáns, se convertirá en residente del teatro Colón, y planea organizar pases orientados a colegios de Educación Primaria. A los profesores se les dará una unidad didáctica para que puedan enseñar en clase, antes o después del espectáculo, las lecciones de anatomía que imparten las bailarinas. Pero también harán sesiones para familias, como la de este domingo, en las que "el reto es divertir y entretener tanto a niños como a adultos", señala Martínez.

Y, como dicen todos los buenos profesores, enseñando se aprenden cosas nuevas. "Intentar hacer reír a los niños te lleva a hacer el payaso y encontrar otra estética del movimiento diferente a la de la danza para adultos", explican las artistas, para las que el espectáculo infantil supone "un paso más como bailarinas". Además, claro, de que ha servido para explicarles anatomía a sus hijos, que fueron los primeros espectadores y críticos de la obra.