En una jornada que en toda España vivió un auténtico tsunami de inauguraciones, A Coruña no podía permanecer al margen, aunque la modalidad elegida en la ciudad fue la de la visita a las obras, ya que el calendario electoral impidió concluir a tiempo las actuaciones que el Gobierno local pretende exhibir como realizaciones de su mandato.

La nueva urbanización y el túnel de la Marina, el proyecto que el Partido Popular llevará a los comicios del 24 de mayo como buque insignia de su hoja de servicios, no podía quedar excluida del frenético día de ayer, previo a la jornada en la que el Gobierno central convocará las elecciones y que impedirá nuevos actos propagandísticos hasta la cita con las urnas.

Al ser imposible mostrar a los ciudadanos todo el proyecto terminado, Autoridad Portuaria y Ayuntamiento optaron ayer por abrir al público un 40% de la superficie sobre la que se actúa, 12.000 metros cuadrados situados entre el borde izquierdo de la dársena de la Marina y el hotel NH Atlántico. Para los próximos meses, aún sin fecha fija, según el alcalde, queda el resto de la zona urbanizada -18.000 metros cuadrados- y la apertura del túnel que parte de Alférez Provisional y en Puerta Real enlaza con los de O Parrote y María Pita.

"Más allá de un día u otro, lo que se mantiene es el ritmo de trabajo y lo que queremos es devolver cuanto antes todo este entorno al conjunto de los coruñeses", manifestó Carlos Negreira para eludir dar una fecha de apertura de toda la Marina, consciente de que aún queda bastante trabajo por hacer.

Pese a que el presidente del Puerto, Enrique Losada, señaló recientemente el 30 de abril para la conclusión del proyecto, el alcalde aseguró ayer que tan solo es una "fecha objetivo" y que se trabaja "para que sea así".

La amplitud de espacios y la escasez de elementos que jalonen la enorme explanada adoquinada es la imagen que ofrece el sector abierto ayer a los ciudadanos, que Negreira calificó de "una calidad realmente muy buena". Un grupo de 54 árboles y farolas del mismo estilo que las de O Parrote son algunas de las pocas notas de color sobre la masa gris de granito, en la que se recupera el tramo del muro del puerto que se había derribado, así como el antiguo edificio de una planta situado en este lugar, que ahora albergará la Oficina de Turismo de la Xunta.

Soberanía ciudadana

"Devolvemos la soberanía a los ciudadanos en esta zona", proclamó Negreira sobre la apertura de esta parte de la Marina, en la que aseguró que ahora se podrá "contactar con el mar". También resaltó el alcalde que la remodelación de esta parte de la ciudad creará "una nueva ruta cultural hasta la Torre pasando por las murallas", así como que va a ser "una obra muy usada y disfrutada por los coruñeses, los visitantes y los cruceristas". El furor inaugural llegó a su clímax cuando manifestó: "Igual que hoy nos parece impensable María Pita con coches, a nuestros hijos les parecerá impensable que pasasen por la Marina".

El túnel también fue objeto de visita y sus dimensiones asombraron a quienes lo contemplaron por primera vez, ya que tiene una anchura de 16 metros en la que habrá cuatro carriles de circulación y aceras para el personal de servicio, una altura de casi 6 metros y salidas de emergencia cada 150 metros. "No hay un túnel como este en la ciudad", explicó el concejal de Infraestructuras, Martín Fernández Prado, quien señaló que cumple con las últimas exigencias de seguridad.

El recorrido por la nueva infraestructura permitió comprobar que aún queda bastante trabajo por realizar, ya que no está asfaltado, acaba de cubrirse el punto por el que se introducían las máquinas y hay una intensa actividad en la zona en la que convergen este túnel y los de María Pita y O Parrote, a la que no fue posible acceder ayer. El propio Puerto reveló la importancia que se da a la conclusión de la obra al destacar que en ella trabajan estos días 150 personas, a las que añaden otras 50 en la superficie, tanto de día como de noche y siempre con la vista puesta en el 24 de mayo.