En un escenario político de constantes mutaciones, un nuevo partido se ha incorporado al convite y añadido un factor más al polinomio que intenta definir el PP de Carlos Negreira para intentar conservar el poder en María Pita. Después de una crisis interna, Ciudadanos ya tiene caras en A Coruña, ultima candidatura y ofrece al alcalde un nuevo dilema en su estrategia electoral. Por un lado, pende sobre su cabeza la amenaza de una fuga de votos populares y, por otro, da por primera vez una oportunidad al regidor de tener un potencial socio en el caso de que las papeletas no le alcancen con gobernar en solitario. Un aliado que, además, se ha mostrado intransigente con los imputados en procesos de corrupción, como el que la Pokemon investiga en A Coruña y que mantiene señalado al número dos de Negreira, Julio Flores. Su presencia o no en la lista podría condicionar un eventual pacto de gobierno con los de Albert Rivera.

"Si Susana Díaz no echa a Chaves y Griñán, ni cogeremos el teléfono", proclamó el líder de Ciudadanos dos días después de las elecciones de Andalucía ante la posibilidad de apoyar la investidura de la socialista en la Junta de Andalucía. Rivera aseguró que solo negociaría si los dos veteranos líderes del PSOE andaluz, imputados por el caso de los ERE, dejan sus escaños.

Las macro causas por corrupción marcan la vida política en todo el Estado y A Coruña tiene las suyas: Zeta y Pokemon. Esta última, investigación contra una supuesta trama en torno a contratas municipales, mantiene unos sesenta imputados en la ciudad, entre ellos, el primer teniente de Alcaldía, Julio Flores; el concejal socialista José Nogueira, que ya ha renunciado a ir en la candidatura "para no perjudicar al partido"; y el exedil nacionalista Xan Martínez Cajigal.

¿Sería Flores, en el caso de seguir imputado, un inconveniente para un acuerdo con Ciudadanos tras el 24-M? Lo han sido las imputaciones en Andalucía y, aquí, aunque no ha habido ningún pronunciamiento específico sobre la cuestión, los miembros de Ciudadanos sí han planteado su intransigencia con la corrupción: "El principal motivo que puede tener el PP para estar nervioso es su corrupción interna, ya que hasta sus propios militantes están desanimados por esa razón, porque no tienen credibilidad", respondió en una entrevista la que se perfila como candidata a la Alcaldía, Lola Prieto.

El dilema de Negreira llega también de sus propias filas, ya que parte de los populares en la ciudad se ha sentido molesto en foros internos, nunca públicos, por la falta de una defensa incuestionable de Flores por parte del regidor en algunos momentos del proceso, desde que la juez Pilar de Lara levantó el secreto de sumario.

El alcalde tuvo que responder a su primera pregunta sobre Ciudadanos tras las elecciones andaluzas del 22 de marzo. Una grave crisis interna en el partido a nivel gallego y coruñés dejaban muy en el aire la participación de la formación de Albert Rivera en los comicios municipales. Pero, justo después del éxito en las autonómicas en el sur de España, el partido se recomponía y enfilaba su asalto a la política coruñesa el 24 de mayo.

Negreira, al responder, se limitó a seguir al pie de la letra las circulares internas del Partido Popular. Para empezar, constató el respaldo "inesperado" en Andalucía y se refirió al partido como Ciutadans, para recordar, como si de algo negativo se tratase, el origen catalán de la formación, después de que se le plantease la necesidad de competir, no solo con la abstención o fuerzas de izquierdas, sino también con el asalto programado a las ciudades por parte de los de Rivera.

No será la única ocasión que el presidente del Partido Popular coruñés tenga que responder por el partido, ya que la reciente notoriedad de Ciudadanos en la política española afecta directamente a su cuota de votantes y a su posible permanencia o salida del Gobierno local.

Y al tiempo que les puede restar apoyos, los podría necesitar eventualmente en el caso de que dicha fuerza en alza consiga representación en la Corporación, los necesite para un pacto o precise de su abstención para que Negreira sea de nuevo investido si no obtiene la mayoría absoluta de 14 concejales de la que goza actualmente. Lo mismo puede suceder con propuestas políticas que, como Unión Coruñesa o UPyD, ya lo han intentado en convocatorias anteriores sin alcanzar las mínimas papeletas para obtener concejal alguno.

A pesar del batacazo del PP en las elecciones andaluzas, Negreira analizó que el bipartidismo "no se ha hundido como algunos preveían" y que las encuestas "no están acertando del todo, ni aquí ni en Francia ni en Israel". En todo caso, el varapalo no es extrapolable a las municipales, sostuvo Negreira, ante la posibilidad de que su equipo baje de votos y que Ciudadanos irrumpa por el apoyo a las siglas independientemente de cuál sea su candidato o candidata.

El fin del bipartidismo lo proclamó el propio Rivera en Palexco, en una cita multitudinaria en la que el catalán estuvo apadrinado por el exalcalde Francisco Vázquez, con cuya figura coqueteó el PP en la pasada campaña electoral pero que ahora ha demandado ante Cuentas por las pérdidas de Someso.