Fue un repaso musical, pero también un ir y venir por la vida de Ara Malikian, que ha recorrido medio mundo y ha jurado que, el día que vuelva a estar en un foso -como los músicos de orquesta que tocan en las óperas- será porque esté muerto. Y es que para Malikian tocar es algo más que interpretar las notas de la partitura, es acompañar con el cuerpo la melodía, así que ayer, en María Pita, que le recibió con 5.000 personas, a pesar de la amenaza de lluvia, mostró su repertorio, pero también sus memorias y recordó los cuatro años que se pasó tocando en bodas de judíos en Alemania y cuando Boy George le echó de su banda porque se quedó prendado en un concierto de Radiohead y cuando descubrió el jamón ibérico. Dice Malikian que le echaron de la música clásica "por las pintas", por bailar y saltar en el escenario, por decir que las músicas tienen un "rollito moro" o que sus composiciones son "una flipada". Pero él sigue interpretando los clásicos de Manuel de Falla, de Vivaldi, con la misma intensidad que, ayer, cerró el concierto con un popurrí en el que no faltaron la Muiñeira de Chantada ni Fuches ti. Y, desde ayer, A Coruña tiene un lugar destacado en el camino musical de Malikian, ya que, sobre el escenario de María Pita le puso nombre a una de sus composiciones, que todavía no tenía título, "Se la vamos a dedicar a A Coruña, va a ser la Rapsodia número 3 coruñesa para María Pita", dijo el violinista que, para entonces, ya había roto varias de las cerdas del arco. María Pita bailó hasta casi la medianoche, al ritmo de la banda sonora de Pulp Fiction, de Bésame mucho y de la ovación que le dedicó al libanés.

Mañana, a las 22.00 horas, empezará en la plaza el Coca-Cola Music Experience, un recital con Xuso Jones, antiguo telonero de Justin Bieber y Selena Gomez; el dúo de Calum y Jaime Terrón; el participante de Factor X y Operación Triunfo Jaime Jefferson y el cantautor Carlos Weinberg, finalista de La Voz Kids.