El sumario evidencia que el empresario estaba acostumbrado a cobrar millones en ayudas públicas sin pasar ningún tipo de control. De hecho, se desespera cuando en 2012, con la investigación judicial ya iniciada bajo secreto, la Xunta comienza a comprobar el uso del dinero que le adjudica y a reclamarle la devolución de algunas subvenciones. Hasta ese momento, según consta en conversaciones telefónicas mantenidas por el propio imputado, "nadie" le molestaba. Crespo denunció ayer ante la juez instructora que desde Fiscalía alertaron "a políticos" de que tenía el teléfono intervenido. A ello atribuye que dejaran de responder a sus llamadas. El sospechoso, a preguntas del Ministerio público, respondió ayer que Pachi Lucas -"amigo íntimo de Feijóo", según declaró el empresario en 2014- trabajaba para él como "comercial" para captar subvenciones porque tenía "contactos" con las administraciones públicas.