Gobierno local y PSOE entran en el tramo final de la cuenta atrás. A solo un día de que se celebre el pleno de la cuestión de confianza, la Marea Atlántica y los socialistas todavía no han alcanzado un acuerdo que permita asegurar la aprobación del presupuesto. Ambas partes muestran buena voluntad para hacerlo pero los planteamientos difieren sensiblemente a ambos lados de la mesa. Por un lado, el Ejecutivo local busca un pacto de estabilidad con el que los socialistas se comprometan a apoyar no solo los presupuestos sino la postura del Gobierno en torno a asuntos de trascendencia para la ciudad, como el área metropolitana, la estrategia para recuperar los muelles o la ordenanza de mercados. Por otro, el PSOE apuesta por restringir el acuerdo a los presupuestos.

Ayer por la mañana los dos equipos negociadores se reunieron en un encuentro en el que, según el concejal de Culturas, José Manuel Sande, hubo "avances", aunque por el momento nada definitivos. "Hay avances pero hay cuestiones que ellos tienen que discernir, que tienen que ver con el compromiso de apoyo a seis o siete aspectos", aseguró el edil en alusión a esos temas que el Gobierno considera estratégicos, como la constitución del área metropolitana.

Ya a nivel interno del PSOE, los miembros del grupo municipal y los integrantes de la gestora nombrada esta semana por Ferraz celebraron ayer por la tarde un encuentro en el que se apostó por agotar la vía de la negociación durante el día de hoy con el fin de eludir la celebración del pleno de la cuestión de confianza. Pese a que según fuentes del partido la reunión reveló la existencia de una mayoría favorable a votar contra el Gobierno en caso de que finalmente se celebre ese pleno, los socialistas confían en poder alcanzar un acuerdo con la Marea siempre que se "maticen" algunas de las líneas rojas fijadas por la Rede -la asamblea de inscritos del partido instrumental- en su reunión del pasado martes.

La militancia de Marea reabrió la posibilidad de llegar a un acuerdo el pasado martes aceptando un pacto sin vetos a Mar Barcón, pero en el que sí se debía incluir el apoyo de los socialistas a estas cuestiones estratégicas que no lograron tener el apoyo del PSOE a lo largo del mandato y la petición de disculpas por haber anunciado el pasado jueves que se había cerrado un acuerdo en unos términos que, según el Gobierno, eran "falsos". Esta última exigencia parece haber pasado a un segundo plano en las conversaciones, especialmente después de que el presidente de la gestora socialista, Florencio Cardador, se cerrase en banda a excusarse cuando su partido "no cometió ningún pecado".

De no cerrarse un acuerdo en las próximas horas, los socialistas deberían afrontar un segundo dilema: qué hacer en la votación del sábado. Si se abstienen, la Marea mantendría el Gobierno si el BNG no vota en su contra. Si el voto del PSOE es en contra, se abriría un plazo de un mes en el que la oposición podría organizar una moción de censura. Si no fuesen capaces de ponerse de acuerdo para ello, la Marea continuaría al frente del Concello y el presupuesto se aprobaría en fase inicial.