Las dificultades financieras motivadas por el retraso en el cobro de las compensaciones que le debe abonar el Concello por las pérdidas sufridas llevaron a Miramar de San Pedro, la concesionaria del restaurante y el ascensor situado en ese lugar a efectuar una reducción del 65% en su capital social. El Boletín Oficial del Registro Mercantil publicó ayer que la compañía pasa a tener un capital de 420.000 euros, tras haberse constituido con 1,2 millones.

El responsable de la empresa, Juan Antonio Roade, atribuyó ayer esta situación al impago por el Ayuntamiento de 700.000 euros correspondientes a las pérdidas sufridas entre 2014 y 2016, ya que el contrato de la concesión obliga a las arcas municipales a compensar el déficit que genere el ascensor. El Gobierno local explicó sin embargo que está pendiente de que el Consello Consultivo de Galicia le autorice a reducir de la cantidad que debe abonar a Miramar de San Pedro los 592.000 euros que la empresa facturó de manera irregular entre 2010 y 2012. El Concello decidió el pasado mes de diciembre descontar esa cifra de los pagos que tiene pendientes con la concesionaria, en lugar de exigirle la devolución de esa cuantiosa suma.

Roade aseguró ayer que la facturación presentada sobre la actividad entre los años 2014 a 2016 se hizo de acuerdo con los criterios ordenados por el Gobierno local, que había denunciado la aplicación de unos costes en los servicios de limpieza y vigilancia por encima del precio del mercado y con un número de horas de trabajo exagerado. También destacó el empresario que para 2017 se había acordado que la facturación mediante la que se definen las pérdidas se realizaría por meses en lugar de por años, pero que todavía no ha cobrado ninguna mensualidad.

El concesionario señaló que esta situación le causa dificultades financieras, ya que se vio obligado a solicitar créditos bancarios que podría liquidar con los pagos que reclama al Concello. Roade puso de relieve que debe hacer frente a los gastos que genera el ascensor y al pago de los salarios de la plantilla sin además poder renunciar a la concesión, ya que en ese caso tendría que indemnizar al Ayuntamiento.

La empresa y el Gobierno local iniciaron conversaciones para buscar una solución al problema que genera el déficit del ascensor del monte de San Pedro, aunque Juan Antonio Roade aseguró que desconoce cuál puede ser, ya que cuando se instaló ese aparato se previó que el servicio generase siempre pérdidas. El empresario añadió que la escasa utilización del elevador y las dificultades económicas que soporta la compañía han obligado a que solo esté en servicio los fines de semana.

El Concello optó por revisar el año pasado las cuentas presentadas por Miramar de San Pedro cuando al examinar la facturación del ejercicio de 2013 apreció un exceso de 208.000 euros, que suponía una diferencia del 51% con relación a la presentada por la empresa. Eso hizo que también se analizaran las facturas de los tres años anteriores, en las que se descubrió que se le habían abonado 592.000 euros que no le correspondían.

El contrato que se firmó en 2005 con la empresa establecía que el Concello debería costear el déficit que sufra la concesionaria, que además se quedaría con los ingresos generados por la venta de entradas para el ascensor.