La víctima y su madre, conserje del colegio San Francisco Javier, vivían en la residencia destinada a los guardeses dentro del recinto educativo, ubicado en A Cubela. El Concello envió en la mañana de ayer a funcionarios de la Policía Local a custodiar el centro escolar, donde acudieron agentes de la Policía Nacional para contactar con la madre del menor fallecido. La comunidad educativa amaneció conmocionada por los hechos. El claustro y el consejo escolar emitieron una circular que recoge "el sentimiento de dolor de la comunidad y de la propia familia del alumno". "Con el máximo respeto a los sentimientos familiares" señalan que el colegio debe "continuar con la máxima normalidad posible" desarrollando sus actividades lectivas y extraescolares. Suspenden las actividades complementarias de la semana y convocan a un minuto de silencio para la mañana de hoy.