José Luis Ferreiro Prieto (1933) falleció ayer en A Coruña. Hoy a las 10.30 horas se celebrará una misa en el tanatorio de Servisa, donde será incinerado a las 11.00 horas. José Luis Ferreiro fue un amante de los deportes, practicó fútbol, salto de pértiga, submarinismo, paracaidismo y boxeo, entre otras disciplinas. Gran parte de su vida estuvo ligada al mar. Fue el primer instructor de buceo de la Guardia Civil en A Coruña y participó en operaciones de rescate en las costas coruñesas, entre ellas cuando en 1970 se hundió el pesquero La Isla, frente a la Torre de Hércules, en el que fallecieron 14 tripulantes.

En el verano de 1971 formó parte del equipo del oceanógrafo Jacques Cousteau cuando se desplazó a Lorbé para grabar un documental sobre Nina, un delfín que permaneció unos meses en el entorno del puerto oleirense. El caso también atrajo la atención de Félix Rodríguez de la Fuente y José Luis Ferreiro volvió a ejercer de guía en el mar para que el divulgador grabase un reportaje. En 2015 recibió una insignia de honor del Club del Mar, donde comenzó a practicar submarinismo, en reconocimiento a su medio siglo de socio de la entidad. También formó parte durante años de la directiva de la Federación Gallega de Actividades Subacuáticas y colaboró en los trabajos de arqueología del Museo del Castillo de San Antón.

José Luis Ferreiro fue el protagonista del primer entierro de la sardina que se celebró en la ciudad. No dudó en enfundarse un disfraz de sardina e introducirse en el ataúd. Tras ser velado en un bar, lo trasladaron en procesión hasta el Náutico, donde lo arrojaron al mar. Después, el entierro se trasladó a la playa de San Amaro, donde se realiza en la actualidad. Durante años José Luis Ferreiro animó el Carnaval coruñés ejerciendo de sardina y lanzándose al mar.

Otra de sus aficiones era el paracaidismo, un deporte en el que se inició en el servicio militar. Casi con sesenta años, durante la celebración de los veinticinco años de la inauguración de Alvedro, participó en los saltos en paracaídas sobre el aeropuerto, programados dentro de los actos de conmemoración del aniversario.

Con 16 años comenzó a practicar boxeo. Llegó a disputar más de cien combates como aficionado y dos como profesional. Se caracterizaba por su agilidad y por evitar abusar del rival cuando estaba en inferioridad, lo que le valió el sobrenombre de El caballero del ring.