El plan general está a punto de celebrar el lustro de su aprobación definitiva, con previsiones de desarrollos urbanísticos importantes muy lejos de hacerse realidad. En algunos casos, como el de San Pedro de Visma, ya existe planeamiento en vigor para construir, pero no se ha levantado ni un solo piso. En otros casos, como el Puerto, Penamoa y O Portiño, ni siquiera se ha comenzado la tramitación. El PGOM preveía el desarrollo de todos ellos en no más de ocho años.

San Pedro de Visma es el gran ejemplo de la inejecución de las proyecciones de construcción en la ciudad que hicieron los gobiernos anteriores. De iniciativa privada, el polígono podría albergar mayor número de viviendas, más de 3.500. Ideado en los noventa, el Gobierno vazquista aprobó su plan parcial de manera inicial en 2004. Posteriormente, se modificó el planeamiento para la protección de la arqueta de los frailes, el inicio del camino del agua en la ciudad, que obligó a redistribuir el espacio para bloques y zonas verdes en la zona. Es coetáneo de Someso, que comenzó su desarrollo antes y se quedó a medias, con menos torres de las previstas, algún solar vendido por la Sareb y varias licencias para construir caducadas recientemente. Al otro lado de Lavedra, solo las cooperativas han logrado mantener vivo el ofimático.

A su lado hay otros dos sectores que ni siquiera tienen planeamiento, los de Penamoa y O Portiño, cuya construcción, además, está limitada por el cinturón de afección de la refinería. La Xunta impuso restricciones al PGOM y debe dar su visto bueno a cualquier desarrollo de la zona, según un dictamen técnico del Gobierno gallego que llega a recomendar que esos terrenos no tengan uso residencial por su proximidad a las instalaciones de Repsol. En Penamoa son edificables un total de 876.044 metros cuadrados, con bloques de hasta ocho plantas. A esto se le añadirían 342.024 metros cuadrados para construir pisos en O Portiño de los casi 500.000 que tiene este suelo lindante con Os Rosales.

Tampoco tiene desarrollado su planeamiento las zonas portuarias, ni la de usos terciarios de Batería y Calvo Sotelo ni la residencial de San Diego. Está encima de la mesa una negociación a tres bandas entre el Puerto, Puertos del Estado y el Concello. La Autoridad Portuaria pretende su venta para costear el puerto exterior y el Gobierno municipal prevé limitar el uso residencial, que permitiría otros 4.500 pisos al borde del mar, desde Linares Rivas a San Diego, una vez que se trasladen todas las actividades del puerto exterior. Son, en total, 377.057 metros cuadrados, con permiso para edificar según el plan general en vigor en el 87% de la superficie. Su ficha del PGOM habla de edificios de seis plantas pero que se podrían aumentar hasta diez alturas "para enfatizar los espacios principales del proyecto", sin tener en cuenta que es una zona litoral. En Batería y Calvo Sotelo se permiten usos terciarios (oficinas, comercio, hostelería, hoteles...) también con un máximo de hasta nueve plantas al borde del mar.

Otros dos puntos de desarrollo que el plan consideraba claves carecen aún del planeamiento que permita su ejecución: la estación de tren de San Cristóbal y la estación de buses, condicionadas por el traslado de esta segunda terminal al espacio de la primera como intermodal. En la estación de buses se preveía, una vez liberado, un "parque central" para salvar el desnivel, pero también unos 37.097 metros cuadrados construibles. Esta previsión sigue en vigor.

Las dos áreas con suelo urbanizable más periféricas, ampliación de desarrollos ya existentes, tampoco tienen iniciado su expediente. La primera está conformada por los cinco ámbitos que rodean A Zapateira y la segunda, por la potencial ampliación de Novo Mesoiro. A Zapateira I tiene reservado 43.591 metros cuadrados de superficie edificable para residencia unifamiliar; A Zapateira II tiene 22.104; A Zapateira III 22.735; y A Zapateira IV 20.434. Alrededor de Novo Mesoiro, están previstas otras dos zonas de casas: Feáns II, entre las urbanizaciones de Novo Mesoiro y Obradoiro (21.038) y lugar de Mesoiro II, con una altura de edificación máxima de dos plantas (15.639).

En el cinturón contiguo, hay dos sectores de gran tamaño cuyo expediente ya ha sido incoado. Ambos son de iniciativa privada. Son el Monte Alfeirán (SUD 6) y la Ciudad de la Tecnología y Parque Alto (SUD 5). Según figura en la web municipal, se ha impulsado el desarrollo a finales del pasado año. Tiene casi un millón de metros cuadrados, situado en el entorno de la cantera de As Rañas, entre los polígonos industriales de Pocomaco y A Grela-Bens. Joan Busquets, cabeza del equipo redactor del PGOM, ideó un gran parque en la zona. Las zonas libres ocupan casi la mitad del ámbito. La otra mitad está reservada a edificación industrial y comercial, un parque promovido por los empresarios Collazo, Jove y Soto. Cerca está Vío, que solo tiene una nave levantada en su interior.

Figura además con tramitación iniciada el SUD 6, del Monte Alfeirán, situado entre la autopista AP-9, la carretera A Coruña-Santiago y la avenida de Alfonso Molina. Tiene reconocida como superficie edificable 75.058 metros cuadrados. Está pensado como remate del núcleo de suelo urbano de Palavea, integrando la red viaria con la de Culleredo. Es de iniciativa privada y solo se permite vivienda unifamiliar.

Entre el campus de Elviña y As Rañas, hay varias zonas que no gozan de tramitación ni tienen visos de hacerlo. Una es la propia ampliación del espacio universitario y otra O Martinete, la de mayor superficie edificable, de algo más de 70.000 metros cuadrados.