Los coruñeses ya se han llevado algún susto por camiones gastronómicos volcados. En A Grela, no hace mucho, la carretera se llenó de botellines de Estrella Galicia. Lo de ayer no fue una cuestión de bebida, sino de comida, aunque no llegó a desparramarse. Un repartidor olvidó poner el freno de mano a la furgoneta de la panadería en la que trabaja y ésta, con la mercancía, se movió 20 metros sin conductor. Los vecinos que paseaban por la zona se preocuparon al ver el vehículo moverse, que apenas causó daños porque la acera hizo de tope. El repartidor apareció a los pocos minutos y solo tuvo que lamentar un faro roto.