El concejal de Emprego e Economía, Alberto Lema, solicitó ayer que Fomento invierta mas en los aeropuertos pequeños, para que el de Alvedro pueda combatir su goteo de desvíos. Y es que, en tan solo tres días, el aeródromo ha perdido casi 1.500 pasajeros, que han visto truncados sus planes de vuelo por las limitaciones que tiene cuando la meteorología se complica. "El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2017-2021 fue modificado por nosotros y por otras ciudades porque plantea una inversión muy desigual y muy asimétrica en toda la red. Concentra las inversiones en los aeropuertos considerados estrella. Entendemos que el patrón de inversión tendría que ser el siguiente: invertir más en aquellos aeropuertos que tienen más dificultades y no tanto en aquellos que ya son, de por sí, competitivos", explicó ayer Lema, en declaraciones a Radio Coruña.

Este documento redactado por Fomento, insta a mejorar las instalaciones de todos aquellos aeropuertos que tengan más de 25 desvíos y/o diez cancelaciones al año, una cifra que es ampliamente superada por Alvedro que en 2015 sumó 160 desvíos. Pero, ¿por qué hay tantos problemas en el aeródromo coruñés? La pista de Alvedro tiene dos cabeceras, la 21, que es la que está más cerca de la ría, y que cuenta con un sistema ILS, que ayuda a los pilotos a tomar tierra cuando hay niebla y la 03, que no tiene ningún tipo de ayuda a la navegación y en la que los pilotos deben realizar la aproximación con referencias visuales directas. Esta cabecera se usa, por ejemplo, cuando el viento en la cabecera principal, la 21, sopla fuerte a favor del aterrizaje y no en contra, como se debe realizar la maniobra.

Enaire decidió ya en marzo del año pasado que la operatividad de la cabecera 03 podría mejorar con la puesta en marcha de un sistema de coordenadas, por el cual los pilotos metiesen en su plan de vuelo unas referencias que le ayudasen a automatizar la aproximación. Para implantarlo, es necesario que Enaire realice unos vuelos de prueba, que todavía no se han ejecutado. La operatividad se ha visto mermada también por los cambios en el protocolo de actuación en condiciones de baja visibilidad, que obliga a los pilotos a tomar la decisión de abortar a más altura de lo que lo hacían hasta 2013, también el desplazamiento del umbral de seguridad 150 metros, en la cabecera 21 y los eucaliptos que no están cortados en la zona de servidumbre del aeropuerto, según denuncian desde la plataforma Vuela Más Alto y también los miembros del comité de empresa de Alvedro.