Karina Fidalgo quería "sí o sí" estudiar el doble Grado de Empresariales y Turismo. Supo que le atraía esta carrera desde tercero de la ESO y sus notas nunca fueron una problema para conseguir aquello que se propone en los estudios. "La verdad es que siempre fui buena estudiante, saqué muy buenas notas, y en Bachillerato fue igual", relata.

Cursó sus estudios en el instituto Lama das Quendas de Chantada antes de iniciarse en el mundo universitario. Cuando empezó Bachillerato, no sintió presión, sabía lo que quería hacer y no necesitaba mucha nota para ello. Eso le ayudó. "Estudié muy tranquila y conseguí muy buenas notas", recuerda. No descansó y se aplicó, pero sólo porque quería demostrarse a sí misma que podía sacar buenas notas. "Yo no buscaba nota por el tema universitario. Sólo quería hacerlo bien", comenta.

Una vez llegó la selectividad, nada cambió. Escondió los nervios y eso le dio un impulso para hacerlo lo mejor posible. "Estaba muy tranquila, calmada. Sé que eso siempre ayuda. La falta de presión me ayudó muchísimo. Si no, me hubiesen salido peor las cosas", admite y añade: "Con la media de Bachillerato ya me llegaba así que no me preocupé".

Participó en los Premios Extraordinarios de Bachillerato que convoca cada año la Xunta y una vez llegó a la carrera, supo de la convocatoria de la UDC. "Me enteré cuando empecé el curso", dice. Para Karina Fidalgo es "muy importante" que la universidad decida reconocer a los buenos estudiantes. "Es algo en lo que te llevas esforzando prácticamente toda la vida", manifiesta. Entiende, además, este reconocimiento como una "motivación" para todos los estudiantes que se sienten atraídos por los retos. "Te ayuda a seguir estudiando, a esforzarte", señala.

A Karina le ha pasado. Desde que entró en la carrera, está motivada e ilusionada por hacerlo lo mejor posible. Este premio es, además, un paso adelante. Aunque, según dice ella, "aún es pronto para decirlo", le gusta mucho su doble Grado de Empresariales y Turismo. Cree que es la mejor opción para ella.

Al principio le costó arrancar. Sobre todo por las diferencias entre el instituto y la universidad. "La manera de trabajar es muy distinta a la de Bachillerato pero estoy contenta", confiesa. A esta estudiante de la UDC le gusta la "independencia" que tienen los estudiantes universitarios. "Está bien porque te tienes que esforzar más ya que no te las cosas hechas", finaliza.