La "extraordinaria" muestra de diversidad natural que caracteriza el entorno de la Torre de Hércules, con 632 especies de flora y fauna registradas y siete hábitats en buen o mejorable estado de conservación, es uno de los aspectos más resaltados por el Concello para justificar ante la Consellería de Medio Ambiente la solicitud de la zona como Espacio Natural de Interés Local (ENIL).

Esos valores naturales aparecen subrayados en la memoria técnica descriptiva y motivada que el Gobierno local remitirá esta semana para tramitar la declaración de la zona como espacio natural protegido. Medio Ambiente podrá otorgar la protección provisional por un plazo de hasta dos años y el Concello deberá presentar en ese tiempo un plan de conservación de la zona para lograr la de carácter definitivo.

El documento expone la singularidad del ecosistema específico de una área despoblada de la ciudad, que de oeste a este comprende el margen izquierdo de la playa de As Lapas, el contorno del faro romano, punta Herminia, el parque escultórico de los Menhires y el costado derecho de la cala de Adormideras; sus límites interiores los marca el paseo marítimo desde la antigua cárcel provincial hasta la zona de juegos infantiles del barrio de Adormideras, sin incluir los edificios residenciales ni la Ciudad Deportiva de A Torre.

Esta memoria ampliada, solicitada por la Xunta al Concello después de que le enviase una primera documentación en el último trimestre del año pasado, detalla la riqueza natural del entorno de la Torre de Hércules, donde los registros hasta el pasado mes de agosto recogen 100 especies de aves, 231 de insectos, 195 de plantas y 50 de hongos, además de algas, líquenes y especies hepáticas. Del total de 632 especies documentadas 545 son autóctonas, cifras que, según el documento, no se localizan en ningún otro espacio natural del municipio.

La recopilación de especies incluye datos que reflejan la singularidad natural de esta zona costera como diversos tipos catalogados (61 clases de aves, cuatro de mamíferos, dos de insectos) y dos peces (raya mosaico y jurel), un reptil marino (tortuga boba) y dos especies de plantas (clavelina de mar y pino de Monterrey) que están en peligro de extinción o en situación de vulnerabilidad a nivel mundial. Añade las posibles amenazas sobre la flora, la fauna y otros grupos de seres vivos del espacio natural.

La memoria destaca también el riego de A Lagoa como uno de los escasos que se conservan en el concello y pozas permanentes o estacionales de interés que se encuentran en las rocas escarpadas del litoral y en los campos.

Los siete hábitats de interés comunitario localizados en el entorno de la Torre son propios de zonas costeras abruptas y con vegetación manejada por el hombre. Están bien conservados los bancos de arena cubiertos permanentemente por agua marina poco profunda, los arrecifes, las calas de poca profundidad y los cantiles con vegetación de las costas atlánticas y bálticas; es mejorable la conservación de los arbustos secos europeos y la vegetación perenne de las playas muy pequeñas; y está actualmente desaparecida la vegetación anual en las zonas de concentración de algas marinas.