Dice Paco Galán que, el que está en la esquina de esta foto, arreglando una moto frente al taller familiar es Manolo Botana quien, años después, dejaría la empresa y montaría Motos Botana. Desde que su abuelo montó el negocio en 1946, por sus manos y las de sus trabajadores han pasado infinidad de motos.

"Hubo una época en la que pensamos en quedarnos con alguna de cada época para tener ahora una colección", confiesa Galán. No lo hicieron porque suponía no solo una gran inversión sino también porque necesitaban un lugar para guardarlas y exponerlas y eso, en su sede, no era posible. Si lo hubiesen hecho, ahora tendrían no solo Bultacos sino también algún modelo de las motos Puch, de MV Agusta, Sanglas, Roa y Lambretta. A partir del año 1984, cuando la marca Suzuki entró en España, ellos se convirtieron en su concesionario oficial, no solo en la ciudad, sino también en Lugo.