El Concello y la Xunta se reparten la propiedad y gestión de las instalaciones deportivas de la ciudad. Una serie de recintos, cubiertos y al aire libre, que dan servicio a deportistas y aficionados que buscan mejorar con sus entrenamientos y competiciones, o bien ocupar con actividades su tiempo libre. Ambas administraciones se encargan del mantenimiento de estas instalaciones, algunas a la espera de obras y arreglos, y prevén cambios a corto plazo para mejorar las infraestructuras y el servicio al usuario.

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Los usuarios explican que es "importante tener una rutina para los entrenamientos", según revela la olímpica del CRAT de rugby, Mónica Castelo, y para ello es fundamental el perfecto funcionamiento de las instalaciones deportivas. El presidente de la Asociación de Clubes Coruñeses de hockey sobre patines, José Luis Otero, opina que "todo estaría más organizado" si polideportivos y campos fuesen gestionados "por una sola administración, o el Concello o la Xunta".

El director gerente de la Fundación Deporte Galego, Iván Clavel, desvela que la Xunta está en proceso de "realizar estudios del estado arquitectónico de las instalaciones deportiva" para decidir "qué reparaciones son necesarias" a nivel general. "Son pabellones y complejos deportivos con más de 25 años de vida y hay que actualizarlos", reconoce, y añade que el foco está en "solucionar problemas de infraestructuras y confort".

Sobre la falta de mejoras en algunas instalaciones deportivas municipales, el concejal de Culturas y Deporte, José Manuel Sande, explica que se debe a la carencia de contratos de mantenimiento, algo con lo que, asegura, se encontró el Gobierno local al comienzo del mandato. Las reparaciones "puntuales" que se hicieron en los últimos años, continúa Sande, fueron producto de quejas de los usuarios, pero el Concello no se decidió a seguir un plan de obras en los recintos.

No en torno a un plan específico, pero sí como parte de los presupuestos o de las inversiones financieramente sostenibles que el Concello vaya a desarrollar a raíz de su superávit en el ámbito deportivo, el Ejecutivo local prevé continuar este año y el siguiente con mejoras en las instalaciones, aunque condicionadas por la disponibilidad de recursos para trabajos de mayor envergadura. "Ha habido un in crescendo de atención a reparaciones y mantenimiento, pero en lo que respecta a obras grandes, por restricción presupuestaria, tenemos que ir pautando. Las cuestiones que apuntaron los grupos en el pleno son importantes, pero hay que ir priorizando. La obra de Riazor obliga a seleccionar bien las demás obras que vaya a haber", explica.

El concejal de Deportes recuerda que hubo "otras obras muy importantes" en la ciudad, como la rehabilitación del Coliseum para acoger la Copa del Rey de baloncesto hace dos años y las pistas de atletismo de Elviña, en las que Concello y Diputación invirtieron 500.000 euros. "El arreglo era fundamental y ya es cuestión de días que podamos entrenar y competir ahí", revela el responsable del Coruña Comarca, José Carlos Tuñas.

Además, desde el próximo sábado 16 de junio, habrá dos campos de fútbol más en la ciudad, los de Visma. Las competiciones se celebrarán en estas instalaciones a partir de la temporada 2018-2019, una después de la previsión que tenía la Federación Gallega de Fútbol en marzo del año pasado, cuando la entidad deportiva y el Ayuntamiento abordaron un nuevo convenio -distinto al firmado en julio de 2012 durante el mandato del PP- por el que se formalizaría su colaboración.

En el cajón, según Sande, hay otros proyectos que se llevarán a cabo "en los próximos tiempos" como son "el rocódromo, la renovación del césped de A Torre y la posibilidad de que el rugby vuelva a la ciudad", ya que en la actualidad no hay campos homologados para esta disciplina. También en las Naves de Metrosidero, iniciativa que se desarrollará en la Comandancia de Obras, "se pueden incorporar equipamientos deportivos".

La Xunta no se centra en una sola actuación, sino que prefiere "dar respuesta" a los problemas que vayan teniendo los usuarios en las distintas instalaciones. "Intentamos solucionar todo cuanto antes ya que la demanda de nuestros recintos es muy alta", expone Clavel, quien comenta que las instalaciones "con más usuarios son las que tienen piscina". Los proyectos del Concello y la Xunta, por tanto, garantizan el futuro del deporte en la ciudad, que está en continuo crecimiento.

La infraestructura emblemática del deporte en A Coruña, el estadio de Riazor, se somete en la actualidad a las obras de sustitución de las cubiertas. Los trabajos comenzaron a mediados de mayo y concluirán más tarde de lo previsto inicialmente por la empresa, en septiembre. Este proyecto supone la mayor inversión actual del Ayuntamiento. Presupuestada en 8,2 millones de euros y adjudicada por 7,1, la inversión se reparte entre el Concello (6,1 millones) y la Diputación (un millón).

En el debate en el pleno municipal, el PSOE reclamó la mejora de las instalaciones en las que se practican otros deportes, como los pabellones de San Francisco Javier, Os Rosales y Sagrada Familia, los campos de la Ciudad Deportiva de A Torre, el polideportivo de O Ventorrillo, los campos de fútbol de A Leyma y de las casas del Grupo Virgen del Carmen, la sala de halterofilia de la Casa del Agua y el Palacio de los Deportes de Riazor como instalaciones con problemas o carencias. También demandó una sala para la práctica de gimnasia rítmica, mejores condiciones para las pistas de skate y un campo específico para la práctica de rugby.