La Empresa Municipal de Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa), en pérdidas anuales casi permanentes desde su fundación en 2005, deberá aplicar un plan de ahorro para abandonar los números rojos y entrar en el equilibrio entre gastos e ingresos. La sociedad buscará dejar atrás el déficit para cumplir con la la Ley de Racionalización de la Administración Local, que obliga desde 2014 a aprobar un plan de corrección financiera a las compañías municipales que, como Emvsa, encadenen dos años consecutivos de pérdidas. Esta sociedad pública suma 1,22 millones de euros de déficit desde 2009, con solo un año, 2014, en beneficios, con 84.899 euros.

La empresa propondrá hoy a su junta general, conformada por todos los concejales, seis "medidas correctoras" con las que revertir el déficit de 2017, cuando alcanzó los 235.717 euros, y cerrar el ejercicio actual con 103.563 euros de beneficio. La votación del plan de corrección irá de la mano de la correspondiente a las cuentas de 2017.

Emvsa apoyará en esas seis medidas su intento de "dar solución, en el corto plazo, a la situación de déficit" en la que se encuentra en la actualidad, según consta en la propuesta. La inyección económica de mayor importe provendrá del Ayuntamiento, propietario único de la empresa. El Concello asumirá los gastos de correo por el servicio de gestión de cobro de multas, que en 2017 fueron de 443.960 euros.

El anterior Gobierno local, del Partido Popular, encomendó a Emvsa el cobro de las sanciones de tráfico abonadas de forma voluntaria por los infractores, en un intento de sacarla de los números rojos. El objetivo se logró en 2014, un oasis en las cuentas de la empresa, que cerró el año con un beneficio de 84.899 euros. Pero ha terminado por suponer un gasto excesivo para Emvsa, que debe contratar personal externo para afrontar esta labor y para la que el gasto de correo ha resultado una losa económica. A cambio, la empresa se queda con el 15% de la recaudación por multas de tráfico pagadas voluntariamente por los conductores.

La búsqueda de "colaboración en la financiación" de Bicicoruña, "deficitario desde su puesta en marcha", figura en el plan. En 2017, el servicio público de alquiler de bicicletas generó un déficit de 76.390 euros, a pesar del "patrocinio" de Emalcsa, que aportó 120.000 euros. El patrocinio es la fórmula con la que Emvsa pretende sostener los gastos generados por las instalaciones deportivas de la fábrica de armas, que le acarrearon unas pérdidas de 121.010 euros el año pasado.

Otro proyecto para generar más recursos económicos será aplicar precios "atractivos para favorecer la venta de plazas de garaje" en concesión en el aparcamiento subterráneo de Matogrande. Emvsa plantea también una "apertura accionarial para el desarrollo de negocio de la empresa", "manteniendo la titularidad pública-municipal de la empresa". A final de 2016, el Ayuntamiento inyectó 1,2 millones de euros en su capital social para paliar sus pérdidas desde su constitución.

Respecto al personal, la sociedad pública congelará el cuadro de personal -nueve empleados en 2017- y sus salarios, y solo prevé contrataciones adicionales "en situaciones de excepcionalidad".

En su propuesta de plan de corrección, la compañía atribuye el déficit a "la ejecución de proyectos" encomendados por el Ayuntamiento, "algunos en fase de obra", como el polideportivo de O Castrillón. Desde su fundación, Emvsa, por encargo del Concello, se ha encargado de la urbanización del parque del Agra; Bicicoruña; la revisión del plan urbanístico de protección de Ciudad Vieja y Pescadería; la gestión del parking de Matogrande; la construcción y explotación de los aparcamientos de la Sagrada Familia, As Conchiñas y el hospital Materno; la construcción del complejo deportivo de O Castrillón; la gestión del cobro de multas de tráfico; y la asesoría jurídica al Ayuntamiento en materia de urbanismo.

Emvsa señala que "resulta necesario que todos estos proyectos alcancen un nivel de maduración y consolidación a partir del cual se puedan generar ingresos suficientes para hacerlos rentables". "Lógicamente -argumenta- no se ha podido aún cumplir dado que Emvsa se constituyó hace apenas once años [nació en 2005 como Emalcsa Servicios y adoptó su nombre actual en 2008] y porque los gastos financieros para su implantación están en un nivel inicial de amortización. Lógicamente, Emvsa no ha sido ajena a la situación económica-financiera actual". La empresa defiende la necesidad de "garantizar su solvencia económica-financiera" al tratarse de "actuaciones de notorio interés público" y destaca que "la gran mayoría de los proyectos han resultado siempre viables".

La Empresa Municipal Aguas de La Coruña (Emalcsa) obtuvo un beneficio neto de 4,6 millones de euros al cierre del ejercicio de 2017, cuando el año anterior había conseguido 3,7 millones. La compañía tiene la obligación de dedicar un 10% de esa cantidad a su reserva legal hasta alcanzar un 20% de su capita legal, aunque en este momento ya lo tiene cubierto, mientras que otro 5% se destina al fondo social de los trabajadores de la propia Emalcsa.

El resto se destina a los fines que decide el consejo de administración de la empresa, que habitualmente lo dirige a las inversiones aprobadas por el Gobierno local. La falta de mayoría en el consejo obliga a Marea Atlántica a pactar con el resto de fuerzas, en especial con el PSOE, que le proporciona los votos necesarios para aprobarlo.