O Castrillón cambió ayer la rojigualda por el azul, el rojo y el blanco de Islandia. El bar Rodis, de la calle Antonio Noche, parecía cualquier local de Reikiavik. Con el "¡fuerza Islandia!" y el grito de "¡aaaauuuuhh!" acompañado de una palmada, una veintena de islandeses animaron a su selección rodeados de cañas Estrella Galicia y de tortilla de patatas. En su viaje a A Coruña cargaron las maletas con camisetas, banderas y pinturas de su selección, que ayer se despidió del Mundial de RusiaMundial de Rusia. El bautizo de Tristán Manuel Victorsson, de dos meses, hijo de un coruñés y una islandesa, coincidía con el Mundial. "Es el aficionado más joven de nuestra selección", comentaba sonriente uno de los extranjeros.

"¿Cómo llegué a Islandia? Pues gracias a Google. Me dio un ictus y me dijeron que necesitaba cambiar de vida o me daría otro. Fue entonces cuando busqué en Google cuál era el país más pacífico del mundo y allí me fui", cuenta Víctor Manuel Carreira, de 39 años. Hace dos y medio que reside en Islandia. Allí formó una familia con Harpa, también de 39 años, sus dos hijos, Tara Lóa, de 11 años, y Árni Jóhann, de 8, y el recién nacido Tristán Manuel. "El sábado tenemos el bautizo en Muxía y vinimos todos de allí. La vida es muy buena aunque lo peor es el clima", comenta Carreira, quien asegura orgulloso que los familiares islandeses están "enamorados" de Galicia. "Casi todos habían viajado a España, pero a Andalucía, Valencia o Cataluña y dejaron de ir porque había muchos turistas y hacía mucho calor. Pensaban que esto era igual y les está sorprendiendo mucho", afirma el coruñés, que es hermano del propietario del bar de O Castrillón. Antes de decidir cambiar su vida, él también gestionaba varios locales de hostelería en la ciudad.

"El 18% de los islandeses están en Rusia, desde hace tres años el fútbol es el deporte nacional, antes era el balonmano", cuenta Carreira, quien confiesa que, aunque ayer vestía la camiseta de Islandia, su equipo es España. "Mi hijo cuando crezca no sé de cuál irá, pero yo, de momento, voy con España", dice sonriente. Islandia es su segundo equipo, al igual que de muchos de los clientes del bar Rodis. "Es increíble, vine el otro día y animan todo el tiempo. Por eso volví. Me invitaron a ir a Islandia y todo", destacaba Juanjo Redondo, vecino de O Castrillón, con su cara pintada con franjas azules, rojas y blancas.