La junta de gobierno dio luz verde ayer a la adjudicación del contrato de suministro de bocas de riesgo en la ciudad, que dispondrá de 394 instalaciones nuevas, con un presupuesto total de 289.000 y un plazo de ejecución de siete meses. Servirán principalmente para la limpieza y el cuidado de los jardines. Además, según precisó el alcalde, Xulio Ferreiro, 496 de las ya existentes serán sustituidas y 41 de las mismas serán reparadas. 324 de los nuevos dispositivos estarán ubicados en la zona urbana, mientras que el polígono de Grela dispondrá de 41 y Pocomaco, 28. Es un plan financiado con los fondos de 2017 procedentes del superávit.