El Plan General de Ordenación Municipal recoge en el barrio de Ciudad Jardín 53 viviendas, la mayoría chalés, con niveles de protección II y III: son edificios de excepcional valor arquitectónico y cultural y edificios de características singulares y de elevado valor arquitectónico, respectivamente. Las construcciones se localizan en todas las calles del entorno: avenida de La Habana, Andrés Martínez Salazar, Pérez Lugín, Virrey Osorio, Valle Inclán, Eduardo Dato y Filantropía. La protección de la que gozan estas edificaciones las convierte en hitos de la escena urbana coruñesa por la importancia propia del inmueble -gran parte de ellos se construyeron en las primeras décadas del siglo XX-, su estilo arquitectónico, su estado y la presencia de singulares elementos. Otros edificios de Ciudad Jardín, como el colegio Compañía de María o el abandonado Sanatorio Socorro, también son protegidos.

La protección integral (nivel II) le corresponde a 42 chalés y un bloque de viviendas de Ciudad Jardín. Uno de los más significativos es la Casa Molina, en la avenida de La Habana, una imponente casa levantada en 1928 por Rafael González Villar formada por viviendas adosadas y constituida por relevantes elementos arquitectónicos en fachadas y cubiertas, con llamativa decoración geométrica. En la misma calle se suceden impresionantes chalés con protección II y III construidos entre los años 1912 (la Casa Companioni en el número 25) y 1983. Entre 1925 y 1944 se edificó un atractivo bloque de pisos, frente a las polideportivas de Riazor. En las demás calles son de integral protección varios chalés pareados, como los de Filantropía y Valle Inclán.

El nivel de protección estructural, el III, lo tienen diez viviendas de Ciudad Jardín, entre ellas tres chalés unifamiliares de dos plantas en la calle Andrés Martínez Salazar construidos entre 1921 y 1935, uno en Pérez Lugín y varios en Virrey Osorio.

El privilegio de vivir en Ciudad Jardín se refuerza con la condición de zona ampliamente protegida que es, un factor más que eleva el valor de las viviendas en el mercado inmobiliario. Una quincena de vendedores ponen hoy sus propiedades a disposición de aquellos pudientes interesados que quieren invertir en la zona o convertirse en nuevos residentes.