La médico de la ambulancia medicalizada que atendió al acusado de dar muerte en el municipio de Oza-Cesuras a su hijo de 11 años valiéndose de una pala metálica cuando fue detenido en un hotel coruñés explicó este jueves -en el juicio que se está desarrollando en A Coruñajuicio - que le encontró en un estado "normal", en el sentido de que "se podía hablar con él, contestaba y colaboraba".

En el juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial de A Coruña, relató que al presunto parricida "se le llenaron los ojos de lágrimas, pero no llegó a llorar ni a alterarse" cuando ella le sugirió que colaborase para encontrar a su hijo, con el que no había acudido al punto de encuentro para entregárselo a su expareja.

Señaló que cuando llegó al lugar se le "requirió" que valorase al acusado, Marcos M. por si era necesario trasladarle al hospital y estimase si tenía signos de una ingesta de medicación.

Conversó con él y le dijo que había tomado dos tranxilium, una dosis habitual para él, aunque no recordaba cuando los había tomado, y ella valoró si había efectos de esa medicina.

El acusado le comentó que tenía "amnesia", que "no se acordaba de nada", solo de que había ido con su hijo a un centro comercial, "nada más".

En su informe consta que no hubo ingesta de medicación y precisó que, al no apreciar un brote psicótico, le dio de alta en ese momento y no se le trasladó a un hospital, si bien precisó que es mejor que eso lo "valore un psiquiatra".

Sí aclaró la doctora que el acusado tenía un "estado de consciencia Glasgow 15", una escala que va del 3 hasta esa cifra, que es la máxima consciencia "en cuanto a la respuesta neurológica", según indicó la doctora.