Como divulgador científico de astronomía, ecología y ciencias naturales, Gabriel Jaime Gómez insiste en la importancia de proteger y cuidar la naturaleza. Para explicarlo, como hizo ayer en el Muncyt, se centra en los estudios de Francisco José de Caldas y Alexander von Humboldt. "Tratamos de dilucidar el equilibrio entre ambos, que trabajaron en temas muy concretos como la geografía de las plantas", detalla.

- ¿Por qué ha centrado sus estudios en estos dos autodidactas?

-Desde la niñez, estos dos personajes han sido figuras protagónicas de la ciencia. Particularmente Caldas en Colombia y Humboldt como una figura universal que un momento dado llega a lo que hoy es Colombia. Así se estableció una relación y lo que podemos llamar los primeros estudios de las ciencias naturales en mi país. Además, he trabajado veinte años como director del planetario de Medellín y he querido divulgar estas dos figuras. He hecho una exposición grande sobre el tema de Humboldt y una gira de conferencias por Alemania.

- ¿Cuál es el mensaje que quiere transmitir?

-Quiero transmitir un mensaje más vivo. No venimos aquí a rescatar fósiles que están guardados, sino pensamientos que están vivos y presentes. Hoy más que nunca urge no solo estudiar la naturaleza sino cuidarla. Es un hecho. Y también hay que hacer que niños, jóvenes y mayores participen mas en el estudio de la naturaleza y su cuidado entorno a las ideas de estos dos líderes.

- ¿Es importante reforzar la idea de que el cambio climático es un problema universal?

-Por supuesto. Ahora, desde la ventana, estoy viendo el océano Atlántico. Desde el puerto de A Coruña partió Humboldt en 1799 en un viaje que era de aventura y se convirtió en uno de los estudios más grandes sobre ciencias naturales en Colombia y Venezuela. Este estudio dice que todo en la naturaleza está relacionado. Lo que afecta en un determinado lugar, repercute en otro. Para mí, el cambio climático es un hecho, eso no se puede desconocer. La naturaleza está mostrándose como una unidad. Lo que pasa aquí afecta al mundo entero. La contaminación ambiental de aquí contamina también otros lugares. Es un tejido y en eso es en lo que ha insistido Humboldt en sus trabajos.

- ¿Se trata de un efecto mariposa sobre el que hay que concienciar a la sociedad?

-Mucha conciencia y más que eso, compromiso.

- ¿Es internet una herramienta para divulgar estas ideas?

-Creo que es el maestro el que debe ser protagonista, así como los museos y los medios de comunicación. Hemos delegado mucho en las nuevas tecnologías pero olvidamos que el afecto se transmite directamente de persona a persona. El maestro no puede ser sustituido por un ordenador o un vídeo.

- ¿Cómo definiría el papel de los museos?

-Los museos son muy importantes. Además, ahora ya no son museos pasivos, son interactivos. Y ojalá pudiéramos denominarlos museos interhumanos, es decir, donde participan personas de todas las nacionalidades de experiencias interhumanas. Aquí, por ejemplo, con el Camino de Santiago hay enormes posibilidades de atraer gente de todo el mundo para que conozca la belleza de A Coruña y sus museos. Esos intercambios de material, exposiciones y visitantes pueden tejer una red y alimentarla. Galicia está en un rinconcito de España que no es que no sea conocido, pero no se conoce tanto como Madrid o Sevilla. Debe aprovecharlo.

- En la divulgación científica, además de investigadores participan los comunicadores. ¿Hay espacio para que ambos trabajen de forma conjunta?

-Por supuesto. Hay que trabajar así, siempre en red. Por eso son necesarios los programas de cooperación.

- ¿Ese trabajo en equipo se traslada a otros ámbitos?

-Sí. Yo veo esta visita a A Coruña como un paso importante para tejer relaciones no solamente científicas sino afectivas de una región que nos puede dar mucho y nosotros también darle mucho.