El pleno municipal extraordinario previsto para el próximo lunes se celebrará con la incertidumbre de la aprobación del destino de los 15 millones del superávit del Concello del año pasado, ya que los grupos políticos no alcanzaron un acuerdo sobre esta cuestión. La votación realizada en la comisión municipal de Facenda contó con la abstención del PSOE y el PP, mientras que el BNG rehusó asistir, por lo que el asunto salió adelante tan solo con el respaldo de Marea Atlántica, que defiende dedicar esos fondos a reducir la deuda del Concello al no poder hacerlo a inversiones.

El incumplimiento del periodo medio de pago a proveedores, fijado en treinta días, durante los últimos meses impide al Gobierno local que esa cantidad se oriente a inversiones, ya que es uno de los requisitos establecidos por la legislación para hacerlo. El alcalde, Xulio Ferreiro, aludió ayer a esta obligación legal y explicó que en el caso de que el pleno no apruebe el lunes que se dediquen los 15 millones a reducir el endeudamiento municipal, esos recursos engrosarán el superávit del Concello de este año.

Límite legal

El Gobierno local tampoco puede esperar a conocer la cifra del periodo medio de pago a proveedores del mes de octubre, que podría ajustarse al límite legal al haberse quedado en 33,6 días en septiembre, ya que la larga tramitación necesaria para aprobar el destino del superávit hace que haya que iniciarla ahora para que pueda aplicarse antes del 1 de enero.

Los socialistas anunciaron ayer que desvelarán su voto definitivo sobre este asunto en el pleno y acusaron a la "ineficiencia" del Gobierno local de crear el problema por demorar la licitación de contratos de servicios, ya que el interventor pone reparos al pago de las facturas por la inexistencia de contratos y esta situación demora el pago a los proveedores. El portavoz del PSOE, José Manuel García, recordó que su grupo respalda el destino de los 15 millones a inversiones en los barrios, y ofreció su colaboración para que pueda hacerse.

La nacionalista Avia Veira lamentó no poder asistir al pleno del lunes por encontrarse fuera de la ciudad y acusó de "pasotismo y falta de diligencia absoluta" al Gobierno local por su gestión, al tiempo que rechazó que el superávit se dedique a reducir la deuda.