El Ministerio de Defensa ya cuenta con el informe favorable del Consejo de Estado para la reversión de la fábrica de armas. El órgano consultivo ha emitido, en una sesión ordinaria a finales del mes pasado, el dictamen necesario para proceder a revocar la concesión de Hércules de Armamento, que ostenta tras ganar un concurso convocado hace cuatro años.

El Gobierno central inició en agosto los trámites para la recuperación de la fábrica de armas, después de que la adjudicataria no abonase una parte del canon anual que debe pagar a Defensa por el uso de las instalaciones. La resolución del expediente pasaba por un informe del Consejo de Estado, supremo órgano consultivo del Gobierno central, que ha analizado si hay justificación jurídica y administrativa para la reversión de la concesión.

Tal y como esperaban los trabajadores y los antiguos trabajadores de la fábrica de armas, el informe ha sido favorable, según fuentes del Ministerio de Defensa, por lo que se da luz verde a la reversión definitiva. Una vez consumada, el departamento estatal ha mostrado su interés en volver a sacar a concurso la concesión. El antiguo comité ha pedido "agilidad" para reiniciar la actividad en la factoría cuando se retire la concesión.

El Gobierno de Mariano Rajoy otorgó en 2014 la gestión a Hércules de Armamento, frente a la propuesta de IFFE apoyada por el antiguo comité y por el Ejecutivo municipal de Carlos Negreira. Cortes de luz y agua por no abonar facturas, impagos de salarios y a las subcontratas e incluso la retirada del permiso para fabricar armas en 2015 por carecer de seguridad, son algunos de los peores episodios de estos años. El pasado marzo, el PP aseguró en la Comisión de Defensa del Senado, que si la empresa no hacía frente a una parte del canon que le quedaban por pagar, se rescindiría el contrato.

Tras el cambio de Gobierno y un mes después de que se iniciasen los trámites para la revocación de la adjudicación a Hércules de Armamento, los antiguos trabajadores de la fábrica de armas suspendieron las concentraciones de los viernes ante la Delegación en la plaza de Ourense al entender que se abría una etapa de "diálogo" para solucionar la situación de la factoría ubicada en Pedralonga.

Qué pasará con las instalaciones una vez que se revierta la concesión es aún una incógnita. En una reunión del 15 de octubre entre representantes municipales con el alcalde, Xulio Ferreiro, a la cabeza y el secretario de Defensa, Ángel Olivares, este último expuso la intención de sacar a concurso una nueva concesión para mantener la actividad de las instalaciones. Desde el Ejecutivo local se mostraron de acuerdo al avalar que sirve para "mantener usos productivos y generar riqueza". Otra opción, manifestada por los antiguos trabajadores, es que se pueda otorgar de manera directa.

El diputado socialista en Madrid, Ricardo García Mira, manifestaba en septiembre que la cancelación es "una oportunidad" para el "mantenimiento del espacio industrial" y la "promoción de empleo de calidad en la comarca". El delegado del Gobierno, Javier Losada, señalaba por las mismas fechas, tras reunirse en varias ocasiones con el antiguo comité, que había dado orden a la delegación de Defensa que se mantuviese en alerta ante la marcha de Hércules "para que no se retire material de la zona que pueda formar parte de la concesión". En la primera versión del plan general, el Concello preveía levantar pisos en la zona tras trasladar la actividad, aún en manos de General Dynamics, a Agrela. Esta opción, criticada por cambiar usos industriales por inmobilarios, desapareció del documento. Los terrenos, por su ubicación y accesibilidad, también han sido señalados como posible ubicación de un nuevo hospital.