El Plan de Empresa de la Autoridad Portuaria de A Coruña para 2019 calcula que en 2020 obtendrá unos beneficios de 22 millones de euros tras una previsión de 2,9 millones de pérdidas para el año anterior. La estimación de un resultado tan dispar para dentro de dos años procede de los términos del protocolo suscrito por el propio Puerto, la Xunta, el Ministerio de Fomento y Puertos del Estado, sin el Concello, el pasado mes de abril, mediante el cual el Gobierno autonómico se comprometió a abonar 20 millones de euros en 2020 para hacerse con el control del 51% de la propiedad de los muelles de Calvo Sotelo y Batería.

La fecha de 2020 es clave para las finanzas del Puerto, ya que al año siguiente deberá comenzar a pagar los plazos del préstamo de 200 millones que le concedió en 2011 Puertos del Estado para terminar la dársena exterior, por lo que precisa de forma urgente obtener los ingresos necesarios para hacer frente a esos compromisos. A pesar de que las previsiones iniciales de la Autoridad Portuaria eran obtener beneficios solo a partir de que comenzase la venta de los muelles, los dos últimos años ya se obtuvieron resultados positivos, de 511.000 euros en 2017. Para 2018 se calculaban inicialmente unas pérdidas de 4,3 millones que ahora se reducen a 1,2 millones gracias a la buena evolución de los tráficos.

El Puerto informó precisamente ayer que en los once primeros meses del año movió 14,5 millones de toneladas, un 5,3% más que en el mismo periodo de 2017. De acuerdo con las previsiones del organismo, al final del año se habrá batido por segunda vez consecutiva el récord de tráficos y cifra de negocio, tras haber rebasado en 2017 los 15 millones de toneladas.

Al referir sus objetivos operativos para el próximo año, la Autoridad Portuaria menciona entre ellos el de "generar recursos económicos a partir de las zonas de Batería y Calvo Sotelo", del que cita además que se efectuará una valoración de esos terrenos y se acometerá la preparación de su "transferencia". También dentro de este apartado se incluye el "traslado de actividad e instalaciones de los espacios de Batería y Calvo Sotelo", con el fin de conseguir la salida de esos muelles de las instalaciones de Oleosilos de Galicia, Tudela Veguín, Bunge Ibérica y Alcoa.

A pesar del cambio de gobierno en Madrid, Xunta y Puerto mantienen su intención de hacer efectivos los términos del acuerdo alcanzado en abril con Fomento, aunque para hacerlo debería suscribirse un convenio que establezca de modo formal los compromisos de cada parte. El Ejecutivo central socialista no ha clarificado todavía cuál es su postura sobre la vigencia de los convenios de 2004 que fijan la venta de parte de los muelles interiores como fórmula de financiación del puerto exterior, por lo que, a falta de una vía alternativa a esta, la Autoridad Portuaria mantiene su previsión de enajenar esos terrenos para hacer frente al pago de los créditos contraídos para construir punta Langosteira.

VALORACIÓN DE TERRENOS

El Puerto incluye también entre sus objetivos para 2019 la valoración de sus terrenos en los muelles interiores, actuación que se deriva de la reunión mantenida el pasado octubre por la comisión de seguimiento del convenio de normalización financiera que vigila que pueda devolver el crédito de 200 millones que le concedió Puertos del Estado en 2011. El objetivo de calcular ahora cuál es el valor real de la superficie portuaria es comprobar si es el mismo que se estimó en 2004 cuando se previó obtener por su venta al menos 200 millones.

En caso de que el precio de esos terrenos en el mercado fuera inferior y la Autoridad Portuaria viera comprometida su situación financiera, Puertos del Estado aceptaría renegociar los plazos para abonar el préstamo, aunque no el importe, según advirtió el organismo tras la reunión.