Hace once años que el monte de San Pedro estrenó su elevador, en forma de bola, y el mirador, pero desde entonces estas dos infraestructuras solo han generado pérdidas. El Gobierno local es el responsable de pagar cada año el déficit de las instalaciones, que desde 2007 ronda los tres millones, por lo que tanto el Concello como la concesionaria, Miramar de San Pedro, que, desde febrero, es gestionada por el hotelero José Blanco y el restaurador Luis Veira, buscan darle un nuevo impulso a este espacio, atraer visitantes y reducir pérdidas.

Al revisar las cuentas del anterior responsable de Miramar de San Pedro, el Gobierno local detectó que se había hinchado la facturación por personal, limpieza y gastos generales. Razón por la que el Concello rechaza compensar a la concesionaria en la cantidad que pretendía -241.454 euros-, reduciéndola hasta 82.136 euros.

Para frenar este déficit, el Ejecutivo local trabaja con Turismo para desarrollar un plan de dinamización del espacio con el objetivo de incrementar el número de visitantes, que se ha visto reducido en los últimos años. Además, está en marcha un proyecto de Eidus Coruña para musealizar la cúpula del monte de San Pedro y convertirla en un centro de interpretación litoral del golfo Ártabro. En la actualidad esta instalación, que sirve como mirador, está abierta al público pero no cuenta con ningún servicio de interés, por lo que se deben efectuarse reparaciones. El importe previsto para esta actuación, según el plan Eidus, es de 180.000 euros. El pago esta dividido en dos años. En 2019 se iniciará dicha musealización con un presupuesto de 30.000 euros y en 2020 está previsto que se haga una inversión de 150.000 euros. Una actuación que pretende reforzar el interés turístico de este espacio y dar visibilidad al patrimonio cultural de la ciudad. El Concello ya evidenció hace dos años la necesidad de reparar esta cúpula y redifinir sus utilidades ya que en sus once años de vida tan solo ha servido para acoger exposiciones.

Para asegurar el futuro de estas infraestructuras del monte de San Pedro también se cuentan con la implicación de José Blanco y Luis Veira, que explotan los espacios. El chef pretende convertir la instalación en un punto de atracción gastronómica a nivel nacional e internacional, objetivo en el que incluye la obtención de la segunda estrella Michelin de su restaurante Árbore da Veira.

Las medidas diseñadas por el hostelero y el restaurador para acabar con el déficit del ascensor y el mirador incluyen que los cruceristas que llegan a la ciudad visiten el lugar y utilicen el ascensor. En la actualidad son aproximadamente 12.000 los viajeros de este tipo que pasan cada año por el restaurante y el objetivo es que también se conviertan en usuarios del elevador, para lo que es un obstáculo la dificultad que tienen los autobuses para girar en el espacio existente al pie de la máquina.

También plantean que el horario de funcionamiento del ascensor sea más amplio en determinados días del año y que se cobre por entrar al mirador panorámico, un acceso que ahora es gratuito. Proponen además la instalación de una parada de autobús junto al parque para atraer más visitantes.